Pedro Sánchez se escuda en la crisis del PP para no contestar sobre su histórico giro en el Sáhara

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido en la sesión de control del Congreso de los Diputados para contestar las preguntas de la oposición en una semana marcada por el giro radical que ha emprendido el Ejecutivo en su política exterior con respecto a Marruecos y la cuestión del Sáhara Occidental.

Antes incluso de que comenzase la sesión de control, el Grupo Parlamentario Socialista ha impedido que el Congreso citase este mismo miércoles a Sánchez ante el Pleno para explicar el cambio sobre el Sáhara Occidental.

La cuestión saharaui, como era de esperar, ha aparecido en las preguntas de la oposición. La portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha acusado al del Ejecutivo de «traicionar» su programa electoral tras «cambiar de un plumazo» la política sobre el Sáhara, «menospreciando» a los grupos parlamentarios, dado que este giro histórico en política exterior ha sido tomado al margen de cualquier debate parlamentario.

En su réplica, Sánchez ha optado por las evasivas, subrayando de forma genérica que su acción gubernamental está dentro del marco de la Unión Europea. En línea similar, Sánchez ha invocado la crisis en la que el PP todavía sigue envuelto para señalar que la «solución» que proponen ahora los populares, en alusión a Alberto Núñez Feijóo, es la misma que proponían antes, en referencia a Pablo Casado.

«Llevan dos años con el mismo argumentario, que se puede resumir que aquí hay un gran problema y una gran solución. El gran problema se llama Pedro Sánchez y la gran solución es Pablo Casado», ha proclamado el presidente del Gobierno en el Pleno, para añadir que ahora el PP «se ha deshecho» de Casado para «sustituirlo» por otra solución que es «exactamente igual que la anterior».

Gamarra también ha acusado a Pedro Sánchez de llevar el país a una situación de «colapso» por no «reaccionar» ni tomar medidas ante la crisis. La portavoz del Grupo Parlamentario Popular ha exigido al presidente del Gobierno tomar «ya medidas» porque España está en «situación de colapso» y parece que el Ejecutivo «no se entera», haciendo referencia así a las diferentes huelgas que se registran en España, como el paro de los transportistas que está provocando desabastecimientos y cierre de empresas.

En este terreno Sánchez si se ha contestado con mayor concreción. El presidente ha subrayado que está trabajando con los grupos parlamentarios y agentes sociales para aprobar medidas el día 29 de marzo. Además, se ha mostrado «convencido» de llegar a un acuerdo esta semana con el sector del transporte.

«Vamos a llegar a un acuerdo, estoy convencido, esta semana con el sector del transporte para dar solución y para amortiguar el alza del precio del gasoil, y para entre todos hacer un gran plan que de respuesta a las consecuencias de la guerra en Ucrania y para aprobarlo el 29 de marzo», ha puntualizado.

En la siguiente pregunta ha sido Gabriel Rufián el que ha insistido de nuevo en el tema del Sáhara Occidental hablando también de «traición»: «Aún queda calima en Madrid, cuando la vean, acuérdense de la traición al pueblo saharaui», le ha soltado el dirigente. Sánchez le ha respondido para remitirse a su comparecencia de la próxima semana: «Sobre el Sáhara, tendremos ocasión el próximo 30 de este mes de poder comparecer y hablar, largo y tendido», le ha dicho Sánchez a Rufián.

Tras su participación en la sesión de control, el presidente del Gobierno ha abandonado el Congreso sin hacer declaraciones para realizar su anunciado viaje a Ceuta y Melilla, donde es previsible que sólo haga referencias a la «nueva etapa» de relaciones con Marruecos tras el cambio de posición del pasado viernes.

Para este miércoles por la tarde está previsto que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ofrezca explicaciones sobre este tema en la comisión de Exteriores del Congreso.

Será la próxima semana, el día 30 de marzo, cuando Sánchez hable del Sáhara en el Pleno del Congreso, como le viene exigiendo toda la oposición, aunque será en una comparecencia en la que el Gobierno va a añadir otros asuntos como el Consejo Europeo, las medidas para paliar los efectos económicos de la guerra en Ucrania y la próxima cumbre de la OTAN en España.