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El PSOE cuela un atajo en la reforma de la Ley Concursal para ascender a Delgado cuando deje de ser fiscal general
El Grupo parlamentario socialista ha incorporado una enmienda, por la puerta de atrás, en el proyecto de modificación de la norma para que la titular Ministerio Público se reincorpore como fiscal de Sala
«Si el nombramiento de Fiscal General recayese sobre un miembro de la Carrera Fiscal quedará en situación de servicios especiales y adquirirá la categoría de Fiscal de Sala del Tribuna Supremo una vez se produzca su cese». La enmienda número 603 que el Grupo socialista en el Congreso ha presentado al texto sobre la reforma del Gobierno a la Ley Concursal para modificar, por la puerta de atrás, el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, se ha convertido en una nueva polémica para la ya maltrecha reputación de Dolores Delgado.
Fuentes próximas al Ministerio Público han confirmado a El Debate cómo, «colando» esta coletilla en la revisión normativa, los socialistas estarían blindando el ascenso de Delgado actualmente en comisión de servicio -que ostenta la segunda categoría en el escalafón de la Carrera Fiscal, con última plaza, desde 2004, en la Audiencia Nacional- para que una vez termine su mandato, dentro de cuatro años, se «recoloque con la más alta categoría posible».
Las mismas fuentes han criticado la «urgencia» por tramitar una cuestión «que ni mucho menos es prioridad» en el seno de la Fiscalía General del Estado, «ni para los fiscales en general». Eso sí, «ninguna prisa por recortar el poder omnímodo de la fiscal general o por prohibir las puertas giratorias entre las designaciones políticas y la institución».
La Ley 50/1981, de 30 diciembre, por la que se regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, equipara a los Fiscales de Sala del Tribunal Supremo con los Magistrados del Alto Tribunal. Sólo los fiscales de segunda categoría -como en el caso de Dolores Delgado antes de ser nombrada ministra de Justicia y, posteriormente, fiscal general del Estado, sin solución de continuidad- pueden aspirar a ocupar los puestos jerárquicamente superiores en el seno de la Fiscalía.
Para ello, tienen que cumplir, además, una serie de requisitos adicionales: no sólo aglutinar los «méritos e idoneidad» exigibles al candidato concreto para cada puesto sino que «para los cargos de Fiscal del Tribunal Supremo, de Fiscal Superior de las Comunidades Autónomas, de Fiscal ante el Tribunal Constitucional, de Fiscal del Tribunal de Cuentas y de Inspector Fiscal, será preciso contar con al menos 15 años de servicio en la carrera y pertenecer ya a la categoría segunda»; y, «para los de Fiscal de la Audiencia Nacional y de Fiscal Jefe de Fiscalía Provincial será preciso contar con, al menos, diez años de servicio en la carrera y pertenecer ya a la categoría segunda. Igual antigüedad se exigirá a los Fiscales de las Fiscalías Especiales y al Teniente Fiscal de la Secretaría Técnica».
Si bien Dolores Delgado es miembro de la Carrera Fiscal desde 1989, la «trampa» del PSOE para ascenderla con efecto inmediato una vez cese en sus funciones actuales, evitará a la actual titular del Ministerio Público el trance de tener que postularse, y competir con otros aspirantes, ante su fufuro sucesor para optar a una plaza de fiscal de Sala en el Supremo español. Un destino que, una vez aprobada la reforma legal en curso, tendrá asegurado.