Desmantelada en Navarra la mayor plantación de marihuana de Europa
Ocupaba una extensión de 67 hectáreas en las que había casi medio millón de plantas
Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Foral han desmantelado la mayor plantación de marihuana localizada hasta el momento en Europa, según ha informado la Benemérita. Se trata de una finca que ocupaba 67 hectáreas entre los términos navarros de Artajona y Olite y en la que crecían 415.000 plantas de cáñamo destinadas al tráfico de drogas. En total, se han detenido a tres personas en Navarra y otras dos están siendo investigadas en el País Vasco.
La investigación se inició hace unos 6 meses cuando un agente detectó una plantación de cáñamo sospechosa entre Artajona y Olite, situadas en el centro de Navarra, a unos 35 kilómetros de Pamplona.
Tanto Guardia Civil como Policía Foral iniciaron una investigación que les llevó a encontrar 11 campos diferentes que ocupaban una extensión de 67 hectáreas.
El responsable del cultivo aseguró a los agentes que se trataba de una plantación destinada al uso industrial. Pero el envío del cáñamo a Suiza e Italia, países donde habitualmente se procesa para la obtención de Cannabidiol (CBD), una sustancia canábica prohibida en España.
Una nave industrial equipada
Los detenidos tenían, además, una nave industrial en la localidad de Artajona con el equipamiento de temperatura y ventilación necesario para el secado de las plantas.
En total se han incautado 415.000 plantas de cannabis sativa, tres personas han sido detenidas en Navarra y otras dos han sido investigadas en Vizcaya. Pretendían vender la cosecha obtenida por un importe aproximado de 30 millones de euros a empresas situadas en el extranjero, donde se procesarían las plantas y cogollos para obtener CBD y otros derivados, cuyo valor en el mercado final rondaría los 100 millones de euros.
En la operación han participado agentes de la Policía Foral adscritos al Grupo de Delitos Contra la Salud, junto con a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Guardia Civil así como el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, que se ha encargado de transportar las plantas a los lugares donde han sido destruidas.