En los tres meses de campaña antártica, España ha conseguido con éxito casi una veintena de proyectos científicos
Colaboración científico militar: la clave del éxito de la campaña española en la Antártida
Cuarenta científicos y diecisiete militares han culminado con éxito la edición de este año
Más de medio centenar de personas, entre científicos y militares, acaban de regresar a España tras finalizar la XXXV Campaña Antártica con la satisfacción del trabajo bien hecho y el orgullo del éxito en la misión.
Cuarenta científicos se han ido turnando en la Base Gabriel de Castilla que el Ejército tiene en la Antártida, concretamente en la isla Decepción. Al mismo tiempo, 17 soldados, 13 de dotación y 4 del Mando de Ingenieros han pasado más de tres meses en el frío Antártico, a pesar de que allí era verano, para dar protección a la base y para realizar sus propios proyectos.
En total, los científicos han desarrollado doce proyectos de investigación. Entre ellos, las consecuencias ecológicas y evolutivas de la personalidad en pingüinos antárticos en un mundo cambiante, el mantenimiento de series temporales geodésicas, geotérmicas y oceanográficas para la vigilancia volcánica de Decepción y el seguimiento de la actividad sísmica en la isla y el estrecho de Bransfiel.
Los militares, por su parte, no se han quedado de brazos cruzados y han finalizado tres proyectos, renovar la certificación medioambiental de la base, mejorar el sistema de riesgos laborales y construir un nuevo módulo taller de más de 140 metros cuadrados para aumentar la capacidad científica de la base antártica. Además, han mejorado la infraestructura de la Red LAN en la Gabriel de Castilla, han extendido los servicios de red fuera de la base y han comprobado el funcionamiento de los sistemas de telemedicina.
Una vez más, la colaboración científico militar ha resultado imprescindible para el éxito del trabajo realizado y de los proyectos planificados. Este éxito ha quedado, si cabe, más patente con la colaboración del buque Hespérides, perteneciente a la Armada Española.
El Hespérides, que también se ha retirado de la Antártida ante la llegada del invierno en el hemisferio sur, se ha dedicado a tareas logísticas de las bases españolas, trasladando personal científico técnico y el aprovisionamiento de los materiales y víveres necesarios para su sostenimiento.
El Hespérides ha alcanzado este año la latitud más austral alcanzada por un buque de la Armada Española
Además, ha realizado sus propios estudios científicos como el proyecto ANTOM-II, un estudio sobre la presencia de contaminantes antropogénicos en aguas del océano austral, lo que le ha llevado a batir un nuevo récord, los 70º 20’ de latitud, el punto más austral alcanzado por un barco de la Armada Española.
De esta forma, con la satisfacción del trabajo bien hecho y del éxito conseguido, se demuestra, una vez más lo imprescindible que resulta la colaboración entre diferentes ámbitos, en este caso, entre científicos y militares.
