La polémica del software Pegasus
Aragonès amaga con congelar la relación con el Gobierno por el supuesto espionaje a los separatistas
El presidente de la Generalitat pide un «cara a cara» con Pedro Sánchez: «La confianza está dañada»
La Generalitat congela, por ahora, las relaciones con el Gobierno. Lo ha anunciado el presidente Pere Aragonès, en una comparecencia en Palau a raíz del «Catalangate», como se conoce el presunto caso de espionaje a unas 60 personas del ámbito independentista, entre ellos políticos y dirigentes de entidades sociales. Según Aragonès, «la confianza está dañada y hace falta que el Estado se mueva».
Para el presidente de la Generalitat «no se puede recuperar la normalidad de las relaciones políticas» con el Gobierno y ha admitido que es muy difícil que se den «las condiciones para avanzar» en la mesa del diálogo. En ese sentido, apuesta porque el Estado asuma sus responsabilidades para que se pueda recuperar la confianza, porque si no, añadía, «no se podrán recuperar las relaciones normalizadas».
Y no sólo no tiene confianza en el Gobierno, sino que además considera que España no es una democracia plena. La ha comparado con Polonia y Hungría. Y por este motivo, Aragonès ha avanzado que va a destinar los recursos públicos que tenga a su alcance para ir hasta «el final» e identificar a los responsables de este supuesto caso de espionaje. De momento, la Agencia de Ciberseguridad junto con los Mossos investigarán este caso. También el ejecutivo catalán dará el apoyo jurídico necesario a los que hayan sido víctimas de esta situación. Además, Aragonès ha anunciado que presentará una denuncia a título personal por violación de su intimidad. Y es que él fue una de las personas supuestamente espiadas, cuando ocupaba el cargo de vicepresidente.
Y para aclarar en la medida de lo posible la responsabilidad del Estado en este presunto caso de espionaje, Aragonès ha pedido un «cara a cara» con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, teniendo en cuenta, ha dicho, que se trata de una «auténtica operación de estado contra el independentismo» y el caso de espionaje «más grande detectado hasta ahora». Según Pere Aragonès, cualquier democrática debería exigir «máxima transparencia y la asunción de responsabilidades». Y de ahí que pida que se investiga el ‘Catalangate’.
Estado represor
En la misma línea se ha pronunciado el vicepresidente de la Generalitat y consejero de Políticas Digitales, Jordi Puigneró, quien apunta directamente al Estado y dice que actuando así «recuerda a una pseudodemocracia o una dictadura». De ahí que no se pueda normalizar precisa, «una relación con un estado represor». También ha pedido una investigación internacional e independiente sobre este presunto caso de espionaje.