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Juan Carlos Monedero, Pablo Iglesias y Carolina Bescansa en Vistalegre

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Financiación Irregular Podemos

El representante legal de Neurona en México «no recuerda» si la consultora «tenía trabajadores»

Tan sólo ha declarado uno de los dos intermediarios identificados como nexo entre la empresa de publicidad y la formación morada, para aclarar los servicios prestados durante la campaña para las elecciones generales de abril de 2019

El titular del Juzgado de Instrucción Número 42 de Madrid, Juan José Escalonilla, comenzaba pasadas las 17:00 horas de este lunes por la tarde el interrogatorio previsto a dos miembros de la consultora Neurona –con residencia en México– para esclarecer los servicios prestados a Podemos durante la campaña para las elecciones generales de abril de 2019 que, presuntamente no llegaron a efectuarse o que, efectuándose fueron ampliados -hasta los trescientos sesenta y tres mil euros bajo sospecha- para desviar fondos del partido a un uso distinto de aquel para el que habían sido autorizados. Sin embargo, según avanzan fuentes judiciales a El Debate, finalmente, sólo ha declarado uno de ellos.

El que se ha autodenominado «representante legal de Neurona Consulting México», Germán Cobos, ha sido el único en responder a las preguntas del magistrado ante quien ha asegurado no recordar «si la empresa tenía trabajadores o no» porque dicha cuestión laboral «escapaba de su competencia». Además, ha mantenido que tampoco sabía que la mercantil «tenía colaboradores necesarios» por el modelo del contrato profesional, esto es «freelance».

Las mismas fuentes consultadas aseguran que el testigo no ha aportado más información y que, además de no acordarse de casi ningún dato concreto, se ha «escurrido» ante las preguntas más incómodas del instructor y de los abogados de las partes personadas en la causa, con excepción de los letrados de Podemos a quienes ha confirmado todas las afirmaciones. El testigo ha concluido con una evasiva según la cual «eran los socios los que dirigían la empresa», las cuestiones más concretas y sus entresijos.

Sin embargo, sí ha sido claro al respecto de cómo el partido no se financió de forma irregular con los contratos de Neurona confirmando, al mismo tiempo, que lo que cobró de Podemos fue a parar a una empresa de México, ubidaca en una barriada de la capital federal, con la que tenía contraídas deudas previas. Así ha defendido la legalidad de esta contratación que se materializó de cara a la cita electoral de las generales de 2019 por importe cercano a los 400.000 euros.

Por orden de la Audiencia Provincial

El magistrado había previsto la toma de declaración en calidad de testigos a Germán Cobos Pío –el posible nexo entre Podemos y Neurona, según el administrador de la consultora en España– y a Waldemar Aguado Butanda –quien, en marzo de 2019, recibió la primera copia del contrato que se investiga y estuvo a cargo de realizar 48 diseños gráficos para la campaña–. Un interrogatorio que se fijaba tras conocerse el fallo estimatorio de la Audiencia Provincial de Madrid sobre dos recursos, los presentados por la defensa del administrador de Neurona en España –al que se adhirió Podemos– y el que interpuso la acusación popular ejercida por Vox, y ordenara al juez instructor que practicase ambas testificales que, en un principio, había denegado.

Aunque en un primer momento -en diciembre de 2020- el juez dio el visto bueno a la petición de Vox de llamar a declarar a los dos trabajadores, en junio de 2021 concluyó –a instancias de la posición de la Fiscalía– que no era necesario librar la comisión rogatoria a México, que finalmente se ha seguido hoy, al considerar que lo que podrían decir ambos testigos ya había quedado acreditado por las personas que habían declarado en Madrid.

La decisión de la Audiencia Provincial obligó al juez Escalonilla a emitir un nuevo auto en el que pedía auxilio a las autoridades judiciales mexicanas para celebrar el interrogatorio a los dos trabajadores de la consultora y preguntarles por el contrato acordado con la formación morada, cuando Pablo Iglesias, todavía, estaba al frente de la misma.

No en vano, los magistrados de la Audiencia de Madrid consideraron «necesarias» estas testificales una vez que el juez instructor no ha concretado aún los indicios para mantener imputado al administrador de Neurona en España. Según precisaron, «resulta procedente practicar las mismas con el fin de no causar indefensión».

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