Residentes en Gijón y Madrid
Detenidos 11 jóvenes, 7 de ellos menores, por pertenencia a la banda de los Trinitarios
Son inmigrantes de segunda generación de República Dominicana, Colombia y Marruecos
gentes de la Policía Nacional han detenido en Gijón a un total de once personas, siete de ellos menores de edad, acusados de formar parte de un grupo violento juvenil de origen latino, que se identificaban bajo el nombre de Trinitarios.
Según una nota de prensa de la Comisaría gijonesa, a finales del pasado año, se inició un dispositivo policial tras tener conocimiento de una serie de amenazas y agresiones sufridas por menores de edad, por parte de un grupo de jóvenes, cuyo origen podría estar vinculado a un rito iniciático en este tipo de bandas juveniles.
Desde ese momento, la investigación se encaminó a la identificación de los miembros de esta asociación y a reunir indicios sobre sus señas de identidad.
Para ello, fue importante la colaboración con otras instancias judiciales y jurídicas, dentro del plan de choque puesto en marcha al objeto de evitar la implantación y desarrollo de las bandas juveniles en Asturias, así como el incremento de la delincuencia conexa a las mismas.
Se identificó, de esta forma, la existencia de un grupo de los Trinitarios, que se caracteriza por su orientación hacia la calle y otros espacios públicos, así como por tener una identidad grupal definida, siendo una característica principal su expansión territorial. Para lograr esto, se establecen en ciertas zonas de la ciudad, marcando la zona con grafitis o pintadas, con la intención de hacerse visible a posibles grupos que quisieran instalarse en el mismo espacio.
Territorios y sectores juveniles
La Policía, al constatar que se estaba ante los inicios de una asociación supuestamente de carácter delictivo, «cuyos componentes trataban de imitar a esta banda latina, con un alto riesgo de radicalizarse, ejercer dominio sobre ciertos territorios e influencia entre los sectores juveniles de la ciudad, la Comisaría de Gijón culminó la investigación efectuando las detenciones de sus miembros», se indica en la nota de prensa.
Los detenidos habrían ido asentándose progresivamente en distintas zonas de la ciudad; barrio de Ceares, paseo de Begoña, parque de Moreda, parque de los Pericones y avenida del Llano, y se les considera responsables de varios tipos de delito de índole violento cometidos desde finales de 2021, como agresiones y robos con violencia e intimidación.
Los arrestados son, en su mayoría, inmigrantes de segunda generación, naturales de República Dominicana, Colombia, Marruecos, residentes en Gijón y Madrid.
«Todos ellos se habrían incorporado al grupo en busca de afinidad y de una hermandad que no encuentran en su entorno y que, además, llegan a percibir como hostil», según la Policía.
Durante los registros efectuados en sus domicilios, se les intervinieron efectos de «clara pertenencia» a este grupo organizado, como pañuelos y ropas de color verde, documentos con el Juramento Trinitario, así como armas blancas.
Los dos cabecillas, detenidos
Con las detenciones efectuadas en Gijón, siendo dos de ellos los cabecillas principales del núcleo ubicado en esta ciudad, se da por desarticulado este grupo, si bien la investigación continúa abierta a la espera de más arrestos.
Sobre los siete detenidos menores de edad, de entre 15 y 17 años, se han efectuado actuaciones e informado a la Fiscalía de Menores del Tribunal Superior de Justicia de Asturias de la integración en esta incipiente banda.
Los cuatro mayores de edad detenidos, cuyas edades se comprenden entre los 18 y 21 años, la mayoría de ellos con antecedentes policiales, pasaron a disposición del Juzgado de Guardia correspondiente el pasado día 18.
En cuanto a la banda de los 'Trinitarios', se trata de un grupo organizado y jerarquizado, encontrándose su líder supremo en República Dominicana, pero existiendo otros cabecillas que se establecen por otros países, comunidades autónomas o ciudades, teniendo cada miembro del grupo un rol definido que puede variar atendiendo a las necesidades. En el último eslabón están «los probatorios», que carecen de cualquier tipo de decisión, siendo los encargados del reclutamiento de los nuevos integrantes.
Asimismo, se solicita a los integrantes el pago de una especie de «cuota», símbolo de compromiso con la banda, consiguiendo también cantidades dinerarias a través de la comisión de hechos delictivos y de trapicheo.
Pruebas iniciáticas
Otro punto característico es la disciplina, por lo que, para poder formar parte, los candidatos deben pasar por una serie de pruebas que aseguren su fidelidad, normalmente consistentes en peleas con otros integrantes o la comisión de hechos delictivos, estando «fuertemente controlados» una vez que forman parte de la organización.
En este sentido, existe un código de conducta de obligado cumplimiento conocido por todos los miembros de la organización, imponiéndose un castigo cada vez que se incumple una de estas normas internas, pudiendo llegar a la expulsión del grupo.
La captación está dirigida a jóvenes en edad escolar, siendo habitual en las zonas cercanas a parques públicos, zonas lúdicas y centros docentes, si bien se ha detectado en los últimos tiempos un aumento de este tipo de captaciones a través de las redes sociales.
Estas últimas son utilizadas habitualmente como propaganda del grupo y en las que se ensalza su propia simbología que les distingue. Los Trinitarios suelen llevar prendas de color verde, especialmente pañuelos o bandanas, y en las redes sociales utilizan simbología de este color, así como palabras en formas de código, si bien al ser conocedores del seguimiento que se efectúa desde los distintos cuerpos policiales, esta simbología va variando y cambiando para no hacerla tan visible.