Sus nueve frases más cínicas
Diccionario de los eufemismos de Bildu para no condenar los asesinatos de ETA
Recogemos a continuación los principales recursos lingüísticos que emplean los representantes de la formación filoterrorista para mencionar los crímenes causados por ETA sin condenarlos
La portavoz de Bildu en el Congreso, Merche Aizpurúa, ha lanzado durante su intervención en el debate del estado de la nación un mensaje a las víctimas de ETA. Su tono, más presuntamente conciliatorio que en otras ocasiones, partía de la necesidad que experimenta Bildu y Pedro Sánchez de limar asperezas de cara a la opinión pública española ante la inminente aprobación de la nueva Ley de Memoria Democrática, en la que los bildutarras asumen un significativo papel en la redacción del texto legal.
Aizpurúa, en cualquier caso, no se ha desdicho del argumentario que Bildu tiene preparado para tales ocasiones; un argumentario que emplea una pléyade de eufemismos, circunloquios y elipsis para obvian la condena de una acción criminal, la de ETA, que arrojó un saldo de 864 asesinatos y más de 7.000 víctimas. Estos son sus principales clichés:
1.- «Nuestro pesar y dolor por el sufrimiento padecido»
Bildu dice reaccionar ante el mal causado por ETA desde el plano sentimental subjetivo, nunca desde la responsabilidad personal objetiva. En lo que se refiere al «sufrimiento padecido» –la fórmula mediante la que Bildu menciona el dolor de las víctimas de ETA–, parece que este daño ha sido causado por una fatalidad cósmica –tipo terremoto o tsunami–; y no por un asesinato.
2.- «A nadie puede satisfacer que todo aquello sucediera, ni que se hubiera prolongado tanto en el tiempo»
De nuevo el recurso de Bildu a la fatalidad cósmica impersonal. El ciclo histórico de ETA fuese causado por individuos que libremente decidieron ideologizarse en una mezcla extrema de marxismo y nacionalismo para, acto seguido, implementar a escala social un proyecto político de partido único. Para imponerse, desde el principio asumieron como premisa básica de actuación el asesinato, el secuestro y la extorsión.
3.- «El pasado no tiene remedio»
Una lugar común baladí.
4.- «Sabemos que nada de lo que digamos puede deshacer el daño causado»
Bildu mezcla, de nuevo, el plano material con el ético. ETA no puede devolver la vida a las personas que asesinó, pero sí podría resarcir moralmente a las víctimas si les pidiese perdón de forma sincera; es decir, prestando ayuda efectiva para resolver los más de 300 asesinatos de la banda terrorista que todavía permanecen sin esclarecer. Bildu tiene mucho que decir. Prefiere no hacerlo.
5.- «El respeto, la consideración y la memoria de todas las víctimas»
Cuando Bildu habla de «todas» las víctimas, trata de equiparar al etarra que muere en un tiroteo con la Policía o porque le explota un paquete bomba que está manipulando para cometer un atentado, con el juez, el periodista o el simple viandante asesinado por uno de sus artilugios. Así, Bildu trata de comprometer al inocente entre los responsables de la violencia.
6.- «Sería una buena contribución que todos estuviéramos dispuestos a mitigar el dolor, aportando cada uno su propia declaración a este proceso»
Para Bildu, «mitigar el dolor» significa que las asociaciones de víctimas de ETA asuman el marco de premisas que dicta el entorno filoetarra. De este modo, Bildu trata de establecer una relación de igualdad entre los sacrificados y sus verdugos; esto, de consumarse, solo serviría para aumentar aún más el dolor de los inocentes.
7.- «Para algunos nunca será suficiente»
Bildu busca deslegitimar las exigencias que en derecho reclaman las víctimas.
8.- «Las víctimas y su dolor no pueden ser arma política contra el adversario»
Negar legitimidad para realizar reclamaciones cuestiona la esencia misma del Estado de Derecho. Llama la atención que gente que en el pasado no dudó en emplear altos niveles de violencia para alcanzar fines presuntamente políticos, ahora, sin embargo, le digan a los inocentes que su causa es de índole estrictamente privada.
9.- «Compromiso sincero»
Con respecto a su propia causa, nadie puede negar que Hitler y Stalin también mostraron un nivel de compromiso sumamente sincero.