El plan (no tan secreto) de Bildu para echar a la Guardia Civil que el PSOE sigue a rajatabla

Corría abril del año 2017 cuando la consejera de Interior del Gobierno de la nacionalista Uxue Barkos, María José Beaumont, propuesta por Bildu, presentaba el Plan Director de Policía Foral 2016-2020. En él se barajaban tres opciones de futuro para la policía autonómica: un modelo policial de coexistencia Policía Foral-Guardia Civil-Policía Nacional como el actual; un modelo policial de complementariedad o suplementariedad que recogía la transferencia de las competencias de Tráfico y de Medio Ambiente y un modelo de exclusividad que incluía la «asunción y ejercicio de todas las competencias transferibles por parte del Estado en materia de Tráfico y Seguridad Vial, Seguridad Ciudadana y Medio Ambiente».

En el primer supuesto, el plan de la consejera propuesta por Bildu consideraba que cada año se incorporaran a la Policía Foral 31 agentes cada año. Para la segunda opción, preveía la llegada de 58 agentes cada año. Finalmente, para la asunción de todas las competencias, el plan recogía que cada año se presentara una Oferta Pública de Empleo de 103 plazas.

Pues bien, el pasado 11 de noviembre, dos semanas antes de que se anunciara el pacto entre el Gobierno de Pedro Sánchez y Bildu por el que se ponía fecha a la salida de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Navarra, el Gobierno foral presentó una Oferta Pública de Empleo para 100 puestos en la Policía Foral. Prácticamente la misma cifra que Bildu planteaba en 2017 para crear una policía autonómica integral que controlara todas las competencias.

Se disparan las plazas

Esta cifra de plazas superaba las ofrecidas a lo largo de toda la legislatura. Así, en 2019 se ofertaron 19 plazas; 45 plazas había en la Oferta Pública de Empleo correspondiente al año 2020 y una cifra similar, 43, a la OPE de 2021 y que se está desarrollando en estos días. De cara al año que viene, las plazas se han multiplicado hasta el centenar, lo que se aproxima a la idea que tenía Bildu en la elaboración del Plan Director para el caso en que la Policía Foral asumiera todas las competencias transferibles por parte del Estado, incluidas las de Tráfico, Medio Ambiente y Seguridad Ciudadana, y que es el modelo que actualmente persiste en el País Vasco y Cataluña.

En la actualidad, la cuerpo autonómico cuenta con 1.077 agentes. En el Plan Estratégico de Policía Foral 2020-2023 se afirma que «para finales de 2023 deberían acceder a la Policía Foral 98 nuevos agentes sólo para reponer la dimensión de la plantilla actual», una cifra que ya se había sobrepasado con las tres primeras OPEs de la legislatura de la socialista María Chivite. El centenar de plazas consignadas este año serían un añadido a las plazas de reposición.

Unos 200 agentes más

En el mismo plan, dentro de las 'Proyecciones' se considera que «el periodo enfrenta unos retos incuestionables que requieren de la incorporación de más personas trabajadoras a Policía Foral, siendo algunos de ellos, como es el caso de la transferencia de Tráfico, de un impacto relativo muy relevante, puesto que las necesidades de nuevos puestos supondrían un crecimiento de la organización en niveles próximos al 15-20% sobre la dimensión actual», es decir, de unos 150-200 nuevos agentes, que es precisamente el del número de guardias civiles que conforman la Agrupación de Tráfico.

El hecho de que sólo con las plazas de policías forales planteadas este año ya se haya cubierto la mitad de lo necesario para asumir las competencias de Tráfico indica que el Gobierno de Navarra no tiene demasiadas esperanzas de que funcione, si es que se plantea a pesar del rechazo de los nacionalistas, la 'pasarela' de la Benemérita a la Policía Foral.