Pilar Llop carga con los errores de la ley del 'solo sí es sí' aunque no era ministra de Justicia cuando se redactó

Pedro Sánchez mantendrá sí o sí la coalición de Gobierno con la que llegaba a la Moncloa de la mano de Podemos, hasta agotar la legislatura. Ni los «errores indeseados» de la ley Irene Montero de protección de la libertad sexual que ya se ha cobrado más de 449 rebajas de condena para agresores y pederastas en nuestro país –30 de ellos excarcelados anticipadamente–, ni la enmienda socialista a la norma estrella de la titular de Igualdad han sido motivos suficientes para romper, definitivamente, una alianza que se tambalea en todos los temas políticos de calado. Sin embargo, dos son las grandes damnificadas de la sangría de beneficios para los delincuentes sexuales: la propia Montero, como responsable directa de una norma que no ha cumplido con su objetivo, y la ministra de Justicia, Pilar Llop quien, en los últimos tiempos, ha sido señalada por sus escandalosos silencios al respecto de un tema que ha provocado la mayor alarma social que se recuerda en nuestra democracia reciente.

La propia Llop se veía obligada a recordar que ella no formaba parte del Consejo de Ministros que aprobó el polémico texto, pese a las discrepancias del entonces titular de Justicia Juan Carlos Campo, hoy magistrado Constitucional, ya que tras dejar la Presidencia del Senado se incorporó al Ejecutivo cuando la ley se encontraba en fase de tramitación parlamentaria. Desde su llegada al cargo, la exmagistrada no ha tenido mucho éxito en un mandato que ha sido criticado por fiscales, abogados del turno de oficio y, recientemente, los Letrados de la Administración de Justicia (LAJ) en huelga indefinida, por su falta de capacidad negociadora y su discutible gestión al frente del Departamento.

No en vano, la actual ministra de Justicia no ha tenido ningún protagonismo en los asuntos más estratégicos a los que ha tenido que asomarse su negociado: ni la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CPGJ), ni los nombramientos del Constitucional, ni siquiera en los retoques del Código Penal que se tradujeron en la eliminación de la sedición y en la rebaja de la malversación donde el papel de Llop quedó en un segundo plano tras la alargada sombra del titular de Presidencia, Félix Bolaños. Sin embargo, en esta ocasión, Sánchez ha querido que sea Justicia quien lidere las enmiendas para rectificar, a futuro, las deficiencias técnicas de la ley de Igualdad y, con ello, neutralizar sus perjuicios y, para ello, ha descargado todo el peso del reto en los hombros de su ministra.

Así las cosas, Pilar Llop que en su perfil jurídico se ha especializado en materia de violencia de género no ha tenido más remedio que regresar a la regulación anterior a la norma de Irene Montero y recuperar las diferencia entre abuso y agresión, aunque con otros nombres, para responder a la proporcionalidad de las conductas, aumentar las penas mínimas y evitar que, al ser más favorables a los reos, implicasen una revisión de sus condenas. Una iniciativa legal que ya ha sido registrada por el Grupo parlamentario socialista, como proposición de ley, en solitario.

Montero niega negociar con Llop

Este jueves, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha asegurado que en el seno del Gobierno de coalición no se está negociando la reforma de la ley del 'solo sí es sí' y ha reconocido no hablar con la ministra de Justicia, Pilar Llop, desde hace días.

«Deseo volver a negociar cuanto antes porque hay margen de acuerdo», ha dicho la ministra en la Cadena Ser tras destacar que ella no fue la que se «levantó de la mesa» porque quiere una «respuesta unitaria para la víctimas y para la sociedad». Desde que el pasado martes la titular de Justicia aseguró que era «muy sencillo probar la violencia, basta con una pequeña herida», Montero no ha hablado con ella: «Ni en el Consejo de Ministros» a pesar de que «la relación entre los socios hace que tengamos comunicación permanente, pero desde ese momento no he hablado con la ministra», ha precisado.

«Deseo que volvamos a negociar cuanto antes para dar una respuesta unitaria a las víctimas y a la sociedad», ha insistido la ministra de Igualdad, quien cree que «hay muchas posibilidades» de conseguir una respuesta unitaria. «Yo no me he levantado de la mesa», ha subrayado: «Hay muchas opciones para encontrar un acuerdo no solo en la parte penal, sino en dar una respuesta integral».