El revulsivo de Sánchez era Sánchez: el presidente confía la remontada del PSOE a sí mismo

Esta vez, de la chistera del presidente del Gobierno no ha salido ningún conejo, a pesar de que los socialistas habían especulado con la posibilidad de que aprovechara la obligada sustitución de Carolina Darias y Reyes Maroto para meter una marcha más a su Consejo de Ministros en un año triplemente electoral.

Pero el revulsivo de Pedro Sánchez ha resultado ser Pedro Sánchez, para sorpresa del PSOE. La minicrisis del Gobierno que este lunes anunció el presidente desde los jardines de la Moncloa ha puesto de manifiesto que el líder del Ejecutivo cree que se basta y se sobra para dar la vuelta a las encuestas, a pesar del desgaste de su marca personal.

En el promedio quincenal de sondeos que elabora Electrocracia, actualizado a fecha de este lunes, Alberto Núñez Feijóo aventaja al presidente en 5,9 puntos: la intención de voto del primero alcanza el 31,9 % y la del segundo, el 26 %.

La Presidencia de la UE

De hecho, no es casualidad que Sánchez aludiera en su comparecencia sin preguntas a la Presidencia de turno de la UE, que ostentará en el segundo semestre de este 2023. «El último tramo de esta legislatura va a coincidir con la Presidencia española de la Unión Europea (...). Esto nos va a dar la ocasión a nuestro país de proyectar en el continente y también fuera de él, la realidad de una España que está comprometida con Europa hasta lo más profundo», señaló.

El líder del Ejecutivo tiene muchas esperanzas puestas en que esa proyección le sirva para abrillantar a su desmejorada imagen. De momento, Sánchez ya ha publicitado el encuentro que mantendrá el viernes en Pekín con el presidente chino como un triunfo personal. Cuando, en realidad, Xi Jinping ha accedido a reunirse con él porque España ocupará la Presidencia de la UE en tres meses.

Después de anunciar los cambios, el líder del Ejecutivo se trasladó a Castellón para para visitar las zonas afectadas por el primer gran incendio de la temporada, entre esa provincia y la de Teruel. No quiso ceder el protagonismo a nadie más, a pesar de que había vuelto a Madrid desde Santo Domingo de madrugada, procedente de la XXVIII Cumbre Iberoamericana.

Los elegidos para los ministerios de Sanidad y de Industria, Comercio y Turismo, José Manuel Miñones y Héctor Gómez, respectivamente, son socialista de carné y perfiles políticos; pero no de relumbrón. De hecho, Sánchez relevó a Gómez como portavoz del PSOE en el Congreso el pasado julio porque necesitaba a alguien con más mordiente. Duró 10 meses. Y eligió en su lugar a Patxi López.

Los nombramientos de Gómez Miñones son en clave regional, no de las generales

Ambos nombramientos hay que interpretarlos en clave regional, no de las elecciones generales. El de Gómez responde a la necesidad de conservar la cuota canaria en el Ejecutivo –hasta ahora representada por Carolina Darias– para mantener a flote al PSOE de Canarias, en medio del oleaje del caso Mediador. Dejar a Canarias sin representación habría sido interpretado como un castigo a los socialistas de Ángel Víctor Torres, que ya están acusando en las encuestas la trama de Juan Bernardo Fuentes Curbelo.

Con el de Miñones, Sánchez ha hecho de la necesidad virtud, porque primero pensó en Adriana Lastra, pero ella rechazó la oferta. Está hecho pensando en las elecciones gallegas de 2024. Los socialistas aún no tienen candidato, porque su secretario general, Valentín González Formoso, no ha sido designado. Y el PSdeG necesita, al menos, recuperar la segunda posición, que le arrebató el BNG en 2020. Así que no pueden seguir fallando. El hasta ahora delegado del Gobierno en Galicia ha protagonizado un ascenso meteórico en dos años, desde la Alcaldía de Ames hasta el Consejo de Ministros. Pero es un desconocido. De momento, la cartera de ministros le dará visibilidad.

En el PSOE todos han interpretado la jugada así, aunque la portavoz, Pilar Alegría, pidió ayer no ir tan deprisa: «No adelanten pantallas tan rápido, que es que no han tomado posesión todavía», afirmó. Ambos lo harán este martes por la mañana en sus respectivos ministerios, después de jurar o prometer sus cargos ante el Rey en Zarzuela. A las 11.30 horas, Sánchez presidirá la primera reunión del nuevo Consejo de Ministros.

La auténtica remodelación

La auténtica remodelación del último año fue la que llevó a cabo en el PSOE el pasado mes de julio. En aquella, el Gobierno colonizó el partido, y no al revés. Designó a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como vicesecretaria general del PSOE. Y a la de Educación, Pilar Alegría, como portavoz. Además, el ministro de Cultura, Miquel Iceta, se incorporó a la cúpula como secretario de Memoria Democrática y Laicidad. También envió a Patxi López como portavoz al Congreso.

Este lunes, los socialistas se preguntaban si acaso ésta será la última remodelación del Gobierno antes de las elecciones generales o el presidente está esperando a conocer el resultado de las elecciones municipales y autonómicas para dar después un golpe de efecto. Así lo hizo tras las elecciones madrileñas de mayo de 2021, en las que la abrumadora victoria de Isabel Díaz Ayuso fue interpretada como una derrota de Pedro Sánchez y el PP empezó a distanciarse en las encuestas.

En las semanas siguientes, el presidente indultó a nueve condenados por el referéndum ilegal y operó a corazón abierto a su Ejecutivo. De aquella salieron, de un plumazo, la vicepresidenta Carmen Calvo, los ministros José Luis Ábalos, Arantxa González Laya, Juan Carlos Campo, Isabel Celaá, Pedro Duque y José Manuel Rodríguez Uribes y el jefe de Gabinete de Sánchez, Iván Redondo.

De momento, el líder del Ejecutivo sigue abonado a sus encuentros con «la gente», empeñado en mostrarse empático y cercano. Ya sea con jubilados, preceptores del salario mínimo, becados de la universidad, mujeres directivas o jugadores de baloncesto en silla de ruedas, entre otros.