No suelta la presa
El Gobierno exprime hasta la última gota la polémica política de Doñana
La proposición de ley del PP en el Parlamento de Andalucía monopoliza la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, con la vicepresidenta tercera como protagonista
El Gobierno ha cogido la presa y no piensa soltarla. La rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros se convirtió en un rosario de golpes al mentón de Juan Manuel Moreno y de Alberto Núñez Feijóo -este último, por elevación- por la proposición de ley sobre los regadíos en Doñana.
La Moncloa decidió que comparecieran, junto a la ministra portavoz, la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que además es andaluz.
Durante su comparecencia, la vicepresidenta tercera llegó a pedir la dimisión del consejero andaluz de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández- Pacheco, por insinuar que el Gobierno de Pedro Sánchez ha podido presionar a la Comisión Europea.
«O bien el consejero andaluz no entiende cómo funcionan las instituciones europeas, ni cuáles son los tratados, ni en qué consisten las implicaciones que pueda tener una sentencia condenatoria; o bien es un comentario tan frívolo que no está legitimado para poder ejercer las funciones propias de su cargo», sostuvo.
En su intervención inicial, Ribera se dedicó a leer palabra por palabra un escrito en el proclamó el «compromiso total» del Ejecutivo de Sánchez con Doñana, que recordó que es Patrimonio de la Humanidad, declarado por la UNESCO.
Asimismo cargó por enésima vez contra la proposición de ley del PP y elogió todos los esfuerzos de Sánchez y del Ministerio de Transición Ecológica. «Desde que llegamos al Gobierno hemos venido trabajando en el ámbito de nuestras competencias directas para poder reconducir la situación, reforzando las inspecciones y tramitando el cierre de 200 pozos ilegales. También, casi 500 legales, gracias al incremento de la dotación de agua en superficie».
Las preguntas posteriores de la prensa giraron en torno al mismo tema, un día después de que el comisario de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Virginijus Sinkevicius, trasladara al consejero andaluz del ramo la preocupación existente en Bruselas con los planes de la Junta para Doñana.
Ribera estuvo dura en sus respuestas y aclaró que el Gobierno no va a negociar «ilegalidades». De manera que exigió al presidente Juanma Moreno que retire la proposición de ley antes de negociar nada. «Tan pronto esa proposición quede descartada, expresamente descartada, estaremos encantados de poder trabajar con ellos». Repuesta que llega días después de que el Ejecutivo central amenaza al andaluz con la posibilidad de aplicarle una especie de 155 medioambiental.
«¿Por qué siguen tonteando con algo que nos puede costar mucho a los españoles a cambio de nada? ¿A qué viene este viaje, a qué viene esta provocación?», se preguntó Ribera, por último.