Sánchez cargaba hace solo 24 horas contra los que criticaban la presencia de asesinos de ETA en las listas
Los siete miembros de ETA con delitos de sangre que Bildu incluía en sus listas para el 28-M han anunciado que renunciarán «en la medida de los posible» y en ningún caso tomarán posesión como concejales. La decisión llega después de la presión política y social desatada tras la denuncia de Covite recogida por El Debate hace una semana.
Las listas de Bildu han provocado una verdadera crisis en el PSOE en el inicio de la campaña electoral para las autonómicas y municipales. Convertidos en socios preferentes del Gobierno de Pedro Sánchez, la oposición ha criticado duramente la alianza política entre los socialistas y los herederos de ETA. Tras la denuncia de Covite, buena parte de los ministros optaron por esquivar a la carrera las preguntas de los periodistas.
Este lunes durante un mitin en Vitoria, Pedro Sánchez, criticó al Partido Popular por utilizar a ETA en campaña electoral. El presidente del Gobierno no hizo referencia a los asesinos presentes en las listas de sus socios de Bildu, pero insistió en la «frustración de la derecha» ante un «apocalipsis que nunca llega». «Su único argumento es ETA», repetía Sánchez en el País Vasco.
Sánchez insistió en la idea de que ETA fue derrotada «hace doce años» y optó por atribuir el mérito a José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y Patxi López. Considera el líder de los socialistas que eso es algo que «la derecha no puede soportar» y lo convierte en el verdadero motivo de su campaña. Mismo argumento que utilizó ante los periodistas en la Casa Blanca. No le quedó más remedio al presidente que responder a la prensa en Washington y habló de ese «fin de ETA» como atenuante ante el «reproche» que le merecía la inclusión de algunos de sus miembros en las listas de Bildu, algo que calificó de «legal», pero «no decente».