Exclusiva
El vídeo en el que Pérez de los Cobos y el DAO destapan las mentiras del Ministerio del Interior sobre su cese
El Debate accede a los vídeos del juicio en el que se decidió que la destitución del coronel fue ilegal
El ministro del interior, Fernando Grande-Marlaska, todavía no ha cumplido la orden del Tribunal Supremo de restituir al coronel Pérez de los Cobos al frente de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid. Y mientras el ex juez se decide a obedecer el fallo judicial firme, El Debate ha tenido acceso al vídeo que destapa las mentiras de su Ministerio sobre el cese del alto mando. «Se trata de una mentira burda y zafia, propia de los caciques que pretenden que la Guardia Civil trabaje para ellos y no para el país», dicen fuentes asociativas de la Benemérita.
La que fuera Directora General de la Guardia Civil, María Gámez, argumentó como razón para cesar Diego Pérez de los Cobos que el coronel no informó hasta el 22 de mayo de 2020 que desde su comandancia se estaba llevando a cabo una investigación contra el delegado del Gobierno. Mintió María Gámez. Por su parte, la abogacía del Estado, que cobra de los impuestos de todos los españoles, mantuvo la falsedad durante un juicio que tuvo su vista en la Audiencia Nacional. Ese plenario fue grabado en video y El Debate ha tenido acceso a las imágenes.
En ellas se puede ver al que fuera DAO (Director Adjunto Operativo) de la Guardia Civil, el general Ceña, confirmando que sí se informó al Ministerio del Interior desde el primer momento: «El 23 de marzo, la magistrada encarga la investigación a la Guardia Civil. Yo tengo noticia un día después, el 24 de marzo. Informo a la Directora General ese mismo día. La segunda vez que le informo es cuando se le plantea a la magistrada por videoconferencia que la investigación la lleve la UCO y no la comandancia de Madrid, teniendo en cuenta de que se investigaba al Delegado de Gobierno de Madrid. También informo a la Directora General de que la magistrada exige premura. La tercera vez que la informo es el 6 o el 7 de abril. Le cuento que la jueza instructora le ha ordenado al capitán de Policía judicial un plus de cautela y que sólo puede informarle a ella, a nadie más, ni siquiera a su cadena de mando. El dato me llega y se lo cuento a la Directora General». El general y DAO es rotundo en su aseveración. Queda claro por tanto que la Abogacía del Estado y el Ministerio del Interior mintieron a sabiendas al decir que hasta mayo no se les informó de la investigación: se les avisó en el mes de marzo.
Informé hasta que la juez ordenó que no se informara a nadie que no fuera ella
El propio Pérez de los Cobos, que solo se ha podido defender en juicio y nunca ha concedido una entrevista, corroboró esta versión en el turno de última palabra: «Es falso que no informara. Lo hice desde el primer momento. Lo hice hasta que la juez ordenó que no se informara a nadie que no fuera ella y por respeto a ese mandato claro y tajante de la magistrada no lo hice más. Si hubiese seguido informando habría cometido un delito de revelación de secretos».
Esa es la primera gran mentira, pero el vídeo demuestra además que la Directora General, en realidad, no cesó a Pérez de los Cobos por, supuestamente, ocultar información. Lo hizo por otra razón. Lo cuenta el DAO, el General Ceña: «Sobre las 21.33 del 24 de mayo, recibí la llamada de la Directora General. Me preguntaba si era conocedor que se habían entregado diligencias sobre la manifestación del 8-M en Madrid (en las que supuestamente se investigaba la actuación de Fernando Simón). Le dije que no lo sabía, pero que me enteraría y le informaría. Se corta conversación y pongo en marcha el procedimiento para averiguar los datos a través de la cadena de mando. Recibo información: ni el coronel Pérez de los Cobos era conocedor de esas diligencias ni tampoco sabía que se habían entregado. Habían sido solicitadas por la magistrada directamente al equipo de investigación, que había pedido que sólo se le informase a ella. Además, era una entrega parcial. Se lo dije a la Directora General a las 21.53. Tengo una conversación con ella de tres minutos. Le expliqué lo que me han trasladado y ella me contesta que se va a cesar al coronel Pérez de los Cobos, que la decisión estaba tomado y llega a expresar que Moncloa ya lo sabía. Le explico que cualquier cese de un jefe de comandancia debe estar sometido a análisis riguroso de las circunstancias y que el interesado se pueda defender. Le recuerdo que la magistrada ordenó que no se informara, y la directora me insiste que estaba tomada la decisión».
«La directora me entrega la orden de cese para que sea yo quien se la de a Pérez de los Cobos y la firme en mi presencia»
Eso ocurre la noche de cuchillos largos, pero a la mañana siguiente se produce una reunión personal entre el general Ceña y la mismísima directora general de la Guardia Civil: «A la mañana siguiente pido cita a la directora. Se trató de una reunión difícil. Me hace participe del documento de cese. La razón de ese cese es no haber informado de la entrega de las diligencias a la jueza. Insiste varias veces de la entidad de la entrega, más de 80 folios, como si ese elemento fuese importante. Le explico que no son diligencias finales y que el equipo de investigación sólo responde ante la magistrada. Aun así, la directora me entrega la orden de cese para que sea yo quien se la de a Pérez de los Cobos y la firme en mi presencia».
Ante esa injusticia, el DAO tomó la decisión de dimitir: «Sí, yo dimití, porque esa acción (la destitución de Pérez de los Cobos) atentaba contra las formas de actuar de la Guardia Civil contra un jefe de comandancia. (Pérez de los Cobos). No puede ser cesado de una forma tan abrupta sin una investigación previa y rigurosa que lo justifique. Es muy extraño que esto ocurra. Los jefes de comandancia son elegidos por idoneidad, profesionalidad… Nunca se cesa a ninguno si no hay motivos sobradamente investigados y comprobados. Por eso dimití. En la Guardia Civil la lealtad que se exige es la que se debe dar. Si me encuentro ante algo que entiendo es inaudito, debo actuar en consecuencia. El cese de Pérez de los Cobos es una forma de frustrar cualquier expectativa en su desarrollo futuro. Me vi obligado a dimitir».