Page vuelve a evidenciar su lejanía con Moncloa tras una celebración con nula simbología socialista
Con multitud de banderas de España y con un fondo azul en el que no se apreciaba ningún símbolo socialista, así se pronunció Emiliano García-Page tras lograr la victoria en las elecciones autonómicas del 28-M
Con multitud de banderas de España y con un fondo azul –con la frase 'Page presidente'– en el que no se apreciaba ningún símbolo socialista, así se pronunció Emiliano García-Page tras lograr la victoria en las elecciones autonómicas del 28-M que le catapultan, de nuevo, a la presidencia de Castilla-La Mancha.
Un acto muy llamativo, no por el discurso de Page, sino por la enésima evidencia de lejanía entre el barón y el Partido Socialista al que representa. Basta con echar un vistazo a la sala en la que se han reunido decenas de personas apoyando a Page –en el cigarral del Ángel Custodio, en Toledo– para darse cuenta de que la política del presidente electo dista mucho del planteamiento propuesto desde Moncloa. Algo que se viene repitiendo en los últimos años.
Ningún logo visible del PSOE se apreciaba –al menos de manera notoria– , mientras que el color rojo destacó únicamente en la frase que había en la tribuna del presidente electo –«Con Page, sí»–. Más allá de los detalles que componían el espacio elegido, el discurso de Page seguramente no ha dejado indiferente a nadie en el bando socialista.
Y es que a pesar de la euforia desplegada por la consecución de una nueva mayoría absoluta, Page también ha querido hacer una mención al mal resultado socialista en estos comicios autonómicos y municipales. «No puedo negar que me he quedado muy sorprendido de algunos resultados», ha precisado.
Sánchez-Page, tensa relación
Al final de cuentas nos encontramos ante uno de los barones más críticos con las políticas desplegadas por el Gobierno de Pedro Sánchez desde que éste llegara a la Moncloa. El ejemplo más reciente lo vivimos hace dos semanas. El presidente castellanomanchego aprovechó un mitin en Puertollano para criticar los pactos del presidente del Gobierno con EH Bildu. De hecho, Page fue más allá hasta el punto de declarar, sin ningún tipo de duda, que «yo, con los asesinos de ETA, ni a la vuelta de la esquina».
Un golpe bajo que mostraba las claras diferencias entre Sánchez y Page. Diferencias que no vienen de ahora. Tenemos que remontarnos a hace unos meses, en aquel entonces el candidato del PSOE a la reelección en Castilla-La Mancha, declaró en el diario En Castilla La Mancha ser «totalmente autónomo», incluso de su partido en la región. Asimismo, llegó a afirmar que «no tiene jefe» en relación a la política autonómica. Declaraciones que se unen al desplante del barón socialista al no acudir a la convención municipal del PSOE en Valencia en abril de 2013.
En líneas generales, la victoria en este 28-M vuelve a encumbrar a Page al frente de la presidencia de Castilla-La Mancha. Una salvación para millares de castellanomanchegos socialistas que han visto en su presidente la última opción de hacer frente a las ideas disparatadas de Moncloa.