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Alberto Núñez Feijóo, junto a Fernando López Miras y a Cuca Gamarra

Alberto Núñez Feijóo, junto a Fernando López MirasEFE

Choque de trenes

López Miras va directo a una investidura fallida en Murcia provocada por el pulso entre PP y Vox

El debate comienza este jueves, sin acuerdo. A partir del lunes tendrán aún dos meses para alcanzarlo. Los populares creen que si hay repetición electoral lograrán mayoría absoluta

Murcia se sumerge desde este jueves en un debate de investidura que, salvo sorpresa mayúscula, acabará con una doble votación fallida. Y que pondrá el contador en marcha hacia una repetición electoral de momento evitable, porque dos meses de cuenta atrás dan para mucho.

Es más. Alberto Núñez Feijóo pretende utilizar el «bloqueo» de Vox en Murcia -así lo definen los populares- como baza en el cara a cara televisivo que mantendrá con Pedro Sánchez el lunes, para demostrar que el PP no acepta «chantajes». Ese mismo lunes, horas antes, se habrá producido la segunda y definitiva votación en la Asamblea de Murcia.

El presidente en funciones y candidato popular, Fernando López Miras, pronunciará su discurso a partir del mediodía de este jueves. En la tribuna de invitados no habrá nadie de la dirección nacional del PP, según confirman fuentes populares a El Debate. Señal de que se lo toman como un simulacro. Después, la sesión se interrumpirá hasta el viernes a las 9.30 horas, cuando será el turno de los grupos parlamentarios. Primero el PSOE, después Vox y el grupo mixto y, cerrando, el PP, el grupo mayoritario.

Al término habrá una primera votación, que López Miras debería ganar por mayoría absoluta para ser elegido presidente. No lo hará: solo los 21 diputados del PP votarán a favor, y necesitaría 23 votos. El lunes habrá una segunda votación, en la que al candidato le bastaría una mayoría simple (más síes que noes) y, por lo tanto, la abstención de los de Santiago Abascal. Pero también entonces los nueve diputados de Vox tienen previsto oponerse.

Así pues, ni el PP ni Vox están dispuestos a dar su brazo a torcer antes del lunes. López Miras pretende gobernar en solitario porque se quedó a dos escaños de la mayoría absoluta y Vox quiere un gobierno de coalición, haciendo valer su casi 18 % de porcentaje de voto y sus nueve escaños. El propio Abascal afirmó el martes, en un desayuno organizado por El Debate, que no se fía de López Miras porque ya les traicionó la legislatura pasada, cuando incumplió el acuerdo programático que firmaron con él y, además, acabó gobernando con dos tránsfugas de Vox.

El pasado martes, los equipos negociadores de ambos partidos se reunieron en la Asamblea de Murcia en un último intento de acercar posturas. En el encuentro participaron el propio López Miras y el hombre de Abascal en Murcia, José Ángel Bustelo. Tampoco ahí hubo acuerdo.

«Habría que preguntar a López Miras si está dispuesto a tener una investidura fallida», retó a Abascal al presidente Murcia en el acto de este periódico. No solo lo está, sino que los populares irán a una repetición electoral en otoño si es necesario, convencidos de que los murcianos les darían los dos escaños que les faltaron para la mayoría absoluta el pasado 28 de mayo.

La diferencia con Extremadura

He ahí la gran diferencia entre el órdago que lanzó María Guardiola a Vox en Extremadura antes de acabar «comiéndose sus palabras» -según Juanma Moreno- y el de López Miras en Murcia. En Extremadura, el PP tenía todo que perder: una repetición electoral habría dado la victoria al PSOE casi con total seguridad. De hecho, en mayo ganó Guillermo Fernández Vara, aunque Guardiola consiguiera empatar a escaños. «El PSOE de Extremadura puede fallar una vez. Dos no», reconoció entonces un dirigente del PP extremeño a este diario, cuando los populares empezaron a sentir el vértigo.

En cambio, en Murcia los populares confían en que Vox acabe recapacitando, aunque no antes de las elecciones generales. Es la teoría del más vale pájaro en mano: si se repitieran los comicios y el PP obtuviera mayoría absoluta –como auguran los populares–, López Miras anularía por completo a los de Abascal.

Al margen de Murcia, también queda por solventar el gobierno de Aragón. Aunque ahí los tiempos son distintos, porque de momento ni siquiera está convocado el debate de investidura de Jorge Azcón. Tiene de margen hasta el 23 de agosto.

Azcón pretende gobernar en solitario porque, como López Miras, solo necesita la abstención de Vox después de haber llegado a acuerdos con Teruel Existe y el PAR. Parecía que había buena disposición por ambas partes cuando Azcón cedió a Vox la Presidencia de las Cortes regionales. Sin embargo, desde aquel 23 de junio no ha habido avances y Alejandro Nolasco, el hombre de Abascal en la comunidad, comienza a impacientarse. «Lo lógico es un gobierno en el que estemos nosotros porque sumamos», insistió este jueves.

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