El Gobierno maquilla el enorme séquito de Sánchez no contando a su seguridad y asesores de bajo rango

Pedro Sánchez viajó con una comitiva de 68 personas a Kenia en octubre de 2022. Según los documentos elaborados para el viaje, a los que tuvo acceso El Debate, al presidente le acompañaron 33 personas de la delegación, 11 de avanzada, 12 miembros de prensa y tan solo 11 empresarios. A última hora se anunció la participación de su mujer, Begoña Gómez. Pese a este enorme séquito, el Gobierno se ha esforzado en maquillar esta cantidad al igual que ha hecho en otras ocasiones.

Según Presidencia del Gobierno, la delegación española estuvo conformada por solo 21 personas. El Gobierno omite por completo a las 47 restantes amparándose en que se excluye de ese conteo al «personal encargado de la seguridad personal y de la actividad del presidente del Gobierno, así como empleados públicos con puesto de trabajo de nivel inferior a 28 en la Relación de Puestos de Trabajo de Presidencia».

Asimismo, en el documento elaborado por Moncloa en posesión de El Debate, se menciona que «su condición de personal técnico no está relacionada con la finalidad del viaje, sino únicamente actúan para hacerlo posible». Sin embargo, todo este personal apoya al presidente y a su séquito durante los viajes en el extranjero hace que el coste del viaje se incremente considerablemente en alojamiento y desplazamiento dentro del país.

De esta manera se oculta cuántas personas en total acompañaron al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Otro detalle que no se especifica en el escrito oficial es el coste y los gastos totales del viaje. Presidencia alega que «no es posible facilitar esta información ya que no se ha realizado la liquidación de los gastos del viaje (...). Dada la complejidad de la tramitación de la cuenta económica, no es posible conocer los gastos imputables».

Este viaje superó con creces la cantidad de personas que llevaba consigo Sánchez en la última comitiva que se sabe hasta la fecha y que reveló este mismo diario en febrero de 2022. En aquel viaje a la Expo de Dubái le acompañaron 45 personas para apenas 28 horas. Un movimiento que se le criticó con dureza y del que evitó dar explicaciones amparándose en la Ley de Secretos Oficiales.

Ni rastro de los empresarios

El objetivo del Gobierno durante su viaje a Kenia era reforzar alianzas estratégicas con el país africano y facilitar oportunidades de negocio a empresas españolas con las que solo contó con 11. Presidencia tampoco menciona que Sánchez llevó a estas empresas dado que era el fin principal del viaje.

En esta misma línea, Moncloa detalla que en Kenia «se obtuvo el Memorando de Entendimiento entre el Ministerio de Universidades del Reino de España y el Ministerio de Educación de la República de Kenia. Se le suma el Memorando de Entendimiento entre el Gobierno de la República de Kenia y el Gobierno del Reino de España en materia de cooperación en el ámbito de la sanidad».

No se aprecia en el escrito oficial que España obtuviera algún acuerdo, pacto o memorando entre Kenia y alguna de la empresas españolas que acompañaron al presidente en busca de oportunidades de negocio. En cambio, se ensalzan los acuerdos establecidos gracias al presidente del Gobierno.

Las comitivas de Rajoy

El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tenía un modus operandi muy distinto. Cuando el líder popular viajaba, raramente su comitiva superaba la treintena de personas, contando con personal de seguridad, apoyo, avanzada, periodistas etc. –lo que supone más de 50 personas en el caso de Sánchez–.

El equipo de seguridad no superaba las seis personas y Rajoy pedía a sus ministros que no llevasen a sus equipos de seguridad, eran sus propios escoltas los que se encargaban de protegerles. «Él mismo se encargaba de tachar nombres en la lista si había mucha gente», revelan fuentes cercanas a su equipo.

«A nosotros nos preguntaban todo. Teníamos que comunicar el personal que viajaba siempre porque lo preguntaban desde la oposición», recuerdas las mismas fuentes.

El presidente socialista ha evitado responder en múltiples ocasiones a las preguntas que se le han realizado respecto al coste y al número de personal que le acompañan en sus viajes. Sánchez se ha escondido tras la Ley de Secretos Oficiales, creada durante la dictadura franquista, para no revelar dichos datos.