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Carles Puigdemont exigirá nuevas cesiones a Sánchez para la investidura

Carles Puigdemont exigirá nuevas cesiones a Sánchez para la investiduraEdición: Paula Andrade

«O hay una amnistía general o no habrá investidura»

Sánchez tiene más cerca la investidura, pero no la logrará si no negocia cara a cara con el prófugo y no pone por escrito su compromiso para una amnistía y un referéndum

En la madrugada del 17 de agosto, el PSOE seguía pensando que, a pesar de todo, Puigdemont cedería en el último momento y se conformaría con algo parecido a lo pactado ya por Pedro Sánchez con ERC. Pronto descubrió que no.

Puigdemont, según explican a El Debate en su entorno, exigió «pruebas documentales» del acuerdo que desbloquearía la designación de la socialista Francina Armengol como presidenta del Congreso, algo que finalmente sucedió.

Y esa demostración tuvo que ofrecerla Sánchez en el último segundo, movilizando al ministro Albares para que presentara formalmente ante el Consejo Europeo la petición de que el catalán, y por extensión el vasco y el gallego, se conviertan en lenguas oficiales de la Unión.

Solo con eso cerrado, Puigdemont alzó el pulgar y el Congreso arrancó la nueva legislatura con una socialista, muy nacionalista y nada monárquica, al frente de la institución.

La decisión de Junts, que en realidad ha ido telegrafiando sin problema alguno todos sus pasos y exigencias con Puigdemont guiando las operaciones, siente sin duda un precedente de cara a la investidura. Pero no el que Sánchez querría: no es el expresidente recluido en Waterloo quien ha cedido; sino el presidente en funciones quien ha tenido que «comerse con patatas» las exigencias de un prófugo que solo acepta una negociación de «Estado a Estado» y cara a cara.

Es decir, si Sánchez quiere ahora continuar en La Moncloa, tendrá que hacer exactamente lo mismo que ha hecho para controlar la Mesa del Congreso: acatar lo que le exija Puigdemont, de manera expresa y por escrito, tras una negociación cara a cara y sin subterfugios.

Sánchez no ha logrado nada, solo ha avalado que Puigdemont consiga ahora el botín definitivo: un referéndum

Si Sánchez lo acepta, será presidente. Y si no lo hace, se repetirán las Elecciones Generales, entre diciembre de este año y enero de 2024. Aquí no hay poses: las exigencias de Puigdemont son firmes e inamovibles, y no le bastarán compromisos verbales ni eufemismos.

«O hay una amnistía general o no habrá investidura», explica el entorno de máxima confianza de Puigdemont a este periódico. «Lo de hoy en el Congreso es un gesto de buena voluntad para empezar ahora las negociaciones, sin más», añaden con contundencia.

¿Y qué se quiere negociar y arrancar, exactamente, so pena de repetición electoral? El PSOE ya lo sabe, aunque hasta ahora ha querido mirar para otro lado, convencido de que al final Puigdemont entraría en la misma línea que ERC y Junqueras, más posibilista y menos exigente.

Puigdemont no retrocederá

La respuesta a esa pregunta es muy clara y se verá en los próximos días: un compromiso formal de que se celebrará en Cataluña, dentro de los parámetros constitucionales, un «referéndum no vinculante», en definición a El Debate del entorno de Puigdemont.

Lo de que no sea «vinculante» es la manera que, a juicio del líder soberanista, se sortee la legislación vigente, que reserva para el Estado y el Gobierno Central la potestad exclusiva de convocar consultas y referendos que afecten al tuétano constitucional de España.

De esta guisa, creen, se conseguiría el objetivo político de aprobar el «derecho a decidir» para que, de salir favorable la eventual consulta, fuera inevitable una independencia de Cataluña en una especie de confederación con España.

Ésas son las condiciones de Puigdemont, que además considera innegociable una reunión en persona con Sánchez o, en su defecto, con alguien en su nombre de la categoría de Zapatero. Y siempre en Bélgica, por su imposibilidad de volver a España sin enfrentarse a repercusiones judiciales, ya menores pero en todo caso vigentes.

Cálculos para la investidura

Elige el voto de cada partido para conformar posibles mayorías

Sí 0
Abst. 0
 No0
PP
PSOE
Vox
Sumar
ERC
Junts
EH Bildu
PNV
BNG
CC
UPN

¿Aceptará Sánchez todo ello? La respuesta solo la tiene él, pero todo indica que sí: Sumar defiende esa postura sin ambages; casi el 32 % de los españoles votaron el 23-J a favor de partidos con esas tesis y las cesiones para conformar la Mesa del Congreso así lo revelan, casi con estruendo.

Puigdemont no ha cambiado. Sánchez sí, a la fuerza: se ha encontrado con la horma de su zapato y, cuando él creía que podía seducir al líder moral de Junts con cantos de sirena, se ha encontrado a Ulises tratándole a él como a un vulgar Polifemo. Y Sánchez sólo mantendrá ya su Ítaca si antes Puigdemont consigue la suya.

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