La investidura de Feijóo, pendiente de un último trámite de la socialista Francina Armengol

El Reglamento del Congreso de los Diputados señala, de manera clara, que «la constitución de los Grupos Parlamentarios se hará dentro de los cinco días siguientes a la sesión constitutiva del Congreso». No obstante, la presidenta de la Cámara, la socialista Francina Armengol, decidió el pasado 18 de agosto saltarse esta norma y ampliar el plazo hasta el próximo viernes 25 de agosto, de manera que la Mesa tomará una decisión sobre los grupos el lunes 28.

Así pues, justo antes de que Felipe VI encomendara a Alberto Núñez Feijóo que se presente a una investidura para ser presidente del Gobierno, el líder del PP mandó a Armengol –y en consecuencia a Pedro Sánchez– un claro mensaje. «La presidenta del Congreso ha decidido ampliar el plazo de constitución de los grupos hasta este viernes. Y también ha decidido, que podría, en su caso, ampliar esa ampliación. Siendo esto así, lo lógico es que el lunes me ponga en contacto con los grupos, al objeto de conocer cuál es su posición de forma concreta, en el caso de que obtenga el encargo del Rey», manifestó Feijóo.

Además, Armengol tiene bajo la manga otro trámite que podría ser fundamental para Feijóo a la hora de conseguir los apoyos necesarios para recibir la confianza de la Cámara. El Reglamento del Congreso también recoge que «una vez recibida en el Congreso la propuesta de candidato a la presidencia del Gobierno», el «presidente de la Cámara convocará el pleno» para la investidura. Para fijar esa sesión solo se requiere un trámite previo; que la Mesa –de mayoría de izquierdas– decida la distribución de los escaños en los que se deben sentar los miembros de los grupos parlamentarios.

Por ello, Feijóo pidió a Armengol –de soslayo y sin mencionarla– que no convocara el pleno de investidura en una fecha demasiado cercana: «Obligar a un candidato a hablar con los grupos en horas, o en días, ese candidato parte con una posición de desigualdad con respecto a otros candidatos que pueden tener mucho más tiempo».

«Antes del lunes no se puede hablar con nadie, entiendo yo, porque no están constituidos los grupos. Supongo que el candidato que sea necesitará tiempo para hablar con los grupos. Hacer una investidura sin hablar con los grupos supondría lógicamente, un formato no parlamentario», relató también Feijóo.

Por su parte, Armengol subrayó al anunciar la decisión del Monarca que «cuando termine esta comparecencia me voy a poner en contacto con el candidato a la presidencia del Gobierno, con el señor Alberto Núñez Feijóo, para saber su opinión sobre la mejor oportunidad para hacer el debate de investidura». «Una vez que haya hablado con él, tomaré la decisión que crea más adecuada», agregó la presidenta de la Cámara.

En caso de investidura fallida

Si Feijóo no consiguiera lograr la confianza mayoritaria de la Cámara, el artículo 99 de la Constitución afirma que «si efectuadas las citadas votaciones no se otorgase la confianza para la investidura» el Rey iniciará una nueva ronda de consultas con los grupos políticos.

De igual manera, la Carta Magna menciona que «si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del presidente del Congreso».