Nadia Calviño, en la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo
La derrota española en el BCE allana el camino a Calviño para presidir el Banco Europeo de Inversiones
Si Margarita Delgado hubiera logrado el puesto como presidenta del Mecanismo Único de Supervisión, habría sido complicado ver a dos españolas en puestos económicos de relevancia en Europa
Una mala noticia para España y, a la vez, una muy buena para Nadia Calviño. La alemana Claudia Buch fue confirmada este miércoles por la Comisión de Economía del Parlamento Europeo como futura presidenta del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo, por lo que la española Margarita Delgado se ha quedado a las puertas.
La subgobernadora del Banco de España era la favorita para la Eurocámara pero el BCE se decantó por la germana, algo que hace ganar enteros a Calviño para presidir el Banco Europeo de Inversiones. De haber ganado Delgado, habría sido complicado que en Europa apostaran por nombrar a dos españolas para puestos económicos de relevancia.
La decisión sobre el BCE, que se aprobó en la Comisión por un estrecho margen de 27 votos a favor y 23 en contra, tiene todavía que ser ratificada por el pleno de la Eurocámara y por el Consejo Europeo. Pero tras haber superado el paso de los técnicos, no se espera ninguna sorpresa.
La elección de Buch no significa, ni mucho menos, que Calviño vaya a ser elegida, pero de haber sido al revés sí habría perdido casi todas las papeletas. La UE trata de mantener un equilibrio geográfico al frente de las instituciones, por lo que la campaña de la vicepresidenta del Gobierno se habría puesto cuesta arriba.
De todas formas, la gallega tiene todavía por delante un largo trabajo para ganarse el apoyo de los Estados para hacer frente a la otra gran candidatura, la de la danesa Margrethe Vestager, avalada por sus últimos años en Bruselas.
La vicepresidenta de la Comisión Europea solicitó una excedencia en Bruselas para dedicarse únicamente a la campaña para el BEI, lo que indica la importancia del puesto y el empeño que está poniendo en conseguirlo. El principal escollo de Vestager está en París y por eso se reunió con Macron hace unas semanas. Es su principal detractor tras la polémica decisión de la comisaria de Competencia de elegir a una americana para un alto puesto en Europa.
En el Elíseo apuestan, de momento, por Calviño, aunque también han dicho de manera contundente que darán su voto al candidato que apueste por impulsar la energía nuclear en la Unión Europea. Lo que está claro es que sin el aval de Francia es complicado conseguir la presidencia del BEI, al igual que el de Alemania, donde también tiene previsto viajar Vestager mientras Calviño continúa con sus labores en el Gobierno.
La decisión sobre el organismo europeo se debe tomar en los próximos meses, pero tampoco es urgente ya que el mandato de Werner Hoyer no termina hasta el 1 de enero. Se barajó incluir el debate en la agenda del último Consejo de Asuntos Económicos y Financieros celebrado en Santiago de Compostela, pero finalmente no fue así y lo más seguro es que sea punto del día en el próximo, que se celebrará el 17 de octubre en Bruselas.
