Un conductor drogado, borracho y escayolado de un pie atropella y mata a su mujer tras discutir con ella
El juez ha enviado al conductor a prisión provisional acusado de un homicidio doloso
El pasado jueves Sandra, 41 años, y Marcos, 46 años, matrimonio con un hijo en común, se fueron a beber a un bar en Val de Santo Domingo, un pequeño pueblo de Toledo. Ellos vivían en Alcabón, el pueblo de al lado. Comenzaron a jarrearse el gaznate con cerveza a eso de las 12:30, con el sol pegando fuerte. Bebieron y no pararon. A eso de las cinco de la tarde se les unió un amigo, concejal del PP del consistorio de Alcabón. Él, según cuentan en la localidad, también empezó a empaparse bien. Sobre las nueve de la noche, Sandra y Marcos discutieron.
«Él, al parecer, le metió con la muleta en la nariz y ella empezó a sangrar», cuenta el dueño del bar en el que los tres clientes bebían. «Yo no lo vi, pero me llamó la camarera para pedirme que fuera a ayudar. Estuve mediando entre ellos y parece que la cosa se calmó». En realidad no fue así. Ella se largó del bar y decidió caminar por la carretera hasta su casa del pueblo de al lado.
Media hora después, Marcos y el concejal se dieron cuenta de que se había ido. Preguntaron y un cliente les dijo por dónde se había ido. Se montaron en el coche en pos de ella. Conducía Marcos a pesar de que era noche cerrada ya, llevar el pie escayolado y haberse pasado el día chupando cerveza. El concejal explicó después a sus familiares que advirtió a Marcos que iba muy rápido y que aminorase la velocidad. De repente, los dos vieron un cuerpo tirado en el suelo y pasaron por encima: según dijeron no les dio tiempo a frenar.
Inmediatamente llamaron al 112. En el audio de emergencias se escucha perfectamente que el interlocutor va borracho. Pide ayuda. Dice que hay una mujer a la que un coche ha atropellado y que ellos se la han encontrado ya muerta. Después llaman una segunda vez y reconocen que la han pasado por encima, pero que ya estaba fallecida.
Los investigadores de Tráfico avisan al grupo de homicidios de la Guardia Civil de Toledo. Allí, según fuentes judiciales, comprueban que el esposo tiene un antecedente de violencia de género en la policía del mes de marzo y deciden supervisar. En el atestado presentado en el juzgado queda claro que en el lugar de la muerte solo hay restos de un vehículo, el que conducía el esposo de Sandra. Nada más. El hombre además da positivo en cocaína y alcohol.
Pero la clave la tiene la autopsia. Fuentes judiciales afirman que en la autopsia se especifica que el cuerpo no estaba tumbado cuando fue atropellado. Es por eso que el juez ordena la detención como autor de un homicidio doloso de Marcos y del concejal del PP por encubrimiento.