Sánchez pacta con ERC una amnistía aún más amplia e inicia la cuenta atrás de su investidura

El PSOE no esperó ni siquiera a que se apagaran las luces en El Pardo, el último escenario de las celebraciones por la mayoría de edad de la Princesa Leonor, para reanudar su propia fiesta. La de la investidura de Pedro Sánchez.

A última hora del día del juramento de la heredera, los socialistas anunciaron un acuerdo con ERC en torno a la ley de amnistía, que en los últimos días había provocado cierto tira y afloja entre ambas partes. Esquerra quería que los líderes de Tsunami Democràtic fueran incluidos en esa amnistía, porque según ellos son también «represaliados políticos», aunque estén encausados por delitos de terrorismo. El PSOE ponía pegas.

Al final, aunque el comunicado de Ferraz no concreta nada, todo apunta a que Sánchez ha dado su brazo a torcer también en eso, después de mantener una conversación telefónica con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. «Ambas formaciones consideran colmadas sus expectativas y satisfechos sus principios políticos sobre esta norma», según la nota de los socialistas.

En la misma, el PSOE aclara que quedan algunos flecos del acuerdo con el partido de Oriol Junqueras, que se rematarán en las próximas horas. En concreto, «cuestiones políticas y económicas para desarrollar durante la XV Legislatura». Cabe recordar que entre las exigencias de ERC figuran también avances en el referéndum de autodeterminación, el traspaso de Rodalies (las Cercanías) y un acuerdo fiscal ventajoso. Durante las negociaciones, Sánchez también ha hablado con Junqueras, cosa que no hizo en enero de 2020. Esquerra ha sostenido en todo momento que esta negociación se circunscribe a la investidura, no es extensible a los Presupuestos de 2024, como quieren los socialistas. Habrá que ver el acuerdo final.

Un presidente en «capilla»

Desde la semana pasada, Sánchez ya sabe que será reelegido presidente del Gobierno. De ahí que el sábado defendiera abiertamente la amnistía ante el Comité Federal del PSOE, con todas sus letras. Este mismo martes trascendió que, el pasado día 25, el presidente del PNV viajó por segunda vez a Bruselas para reunirse con Carles Puigdemont y apuntalar la investidura.

El sábado cayó la primera ficha del efecto dominó. El lunes por la mañana, los socialistas empezaron a deslizar extraoficialmente las fechas del 7 y 8 de noviembre para la investidura. Esa misma tarde se produjo el encuentro entre el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y Puigdemont en un despacho en el Parlamento europeo adornado con la foto de una urna del referéndum ilegal. Era la confirmación de que los siete diputados de Junts votarán a favor de la investidura de Sánchez, que ni siquiera necesitará una segunda votación: será investido a la primera, por mayoría absoluta.

Este martes por la mañana, durante los actos en el Congreso, desde la dirección del PSOE avanzaron que registrarán la proposición de ley orgánica de amnistía antes de que se produzca el debate de investidura. Los socialistas quieren que no sea únicamente una iniciativa del grupo parlamentario socialista, sino que también lleve la firma de Sumar, Junts, ERC, Bildu, el PNV y el BNG. Y van camino de conseguirlo.

Ya de noche llegó el comunicado anunciando el acuerdo con ERC, con «nocturnidad y alevosía», según la secretaria general del PP, Cuca Gamarra. «No hay cesión que Sánchez no esté dispuesto a hacer. La próxima ya parece apuntar a un reparto de fondos asimétrico, en el que las exigencias de los independentistas prevalezcan sobre las necesidades del resto de territorios de España, comprometiendo la prestación de servicios públicos en aquellas comunidades autónomas a las que Sánchez considera secundarias», pronostican fuentes del PP.

Las fichas de dominó seguirán cayendo en las próximas horas, conforme los demás partidos socios de Sánchez vayan anunciando sus respectivos acuerdos. Es probable que la ley de amnistía sea registrada en el Congreso antes de que acabe la semana: el jueves o, a más tardar, el viernes, una vez que Junts haya dado su aprobación. Y el domingo el PSOE dará a conocer el resultado de la consulta a su militancia, que supondrá otro espaldarazo para Sánchez. No hay marcha atrás.