El futuro de la pesca española, en el aire ante el «castigo» ecologista de la Unión Europea

La Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP) ha mantenido un nuevo encuentro con el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca de la Unión Europea, Virginijus Sinkevicius, ante el plan de capturas sostenibles, que deja el futuro del sector en el aire. Era la tercera reunión que mantenían, y a la vista de los resultados de la cita, el pósito ya ha solicitado una cuarta.

En la reunión, celebrada hace unos días en Bruselas, se abordó la Ley de Restauración de la Naturaleza, en la que «las cofradías de pescadores están trabajando para que la flota española sea lo menos afectada posible», según ha manifestado el presidente de la FNCP, Basilio Otero. Además, trasladaron al comisario la preocupación por el Plan de Gestión Plurianual del Mediterráneo Occidental (MAP) y la «imperiosa necesidad» de realizar estudios biológicos antes de tener más reducciones de días.

La FNCP también puso sobre la mesa la revisión de los cierres de ecosistemas marinos vulnerables (EMV), que se podrían ampliar de 87 a 115 con especial incidencia en el litoral cantábrico, y la necesidad de tener más oportunidades con el atún rojo para la flota de bajura, con el objetivo de que se empiece a trabajar en esta problemática, ya que la próxima revisión de esta especie en la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico no será hasta 2025.

Las cofradías también trasladaron al comisario la preocupación que causa el artículo 10 del nuevo Fondo Europeo Marítimo de la Pesca, que dice que «cuando una embarcación comete una falta grave no podrá pedir ayudas en cinco años y si en los últimos cinco años había recibido alguna ayuda deberá devolverla con intereses de demora». Según la FNCP, se trata de una sanción «demasiado dura que castiga con vistas al futuro, pero lo sorprendente es que también lo hace con retroactividad penalizando años en los que se ha trabajado cumpliendo con lo establecido».

Principio de precaución

Por ello, las cofradías plantearon la necesidad de aplicar el principio de precaución, que guía la adopción de decisiones relacionadas con las posibilidades de pesca, a las cuestiones emergentes que condicionan el futuro de la actividad, como la implantación de la eólica marina, «en la que está demostrada la falta de estudios de impacto biológico».

Por último, se abordó el nuevo Reglamento de Control de pesca sostenible. El comisario sostiene que España no tendrá problemas en su aplicación, pues están ya implantadas muchas de las medidas. Sin embargo, según ha explicado Basilio Otero, la realidad es que «de los 8.900 barcos que tiene la flota española, menos de 100 en la actualidad dispone de la aplicación que la Secretaría General de Pesca está probando».

En la reunión también estuvieron presentes los vicepresidentes del Golfo de Cádiz y de Baleares y los presidentes de la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores (Facope) y de la Federación de Cofradías de Pescadores del Principado de Asturias. Pósitos especialmente afectados por las políticas ecologistas de la Unión Europea y su reducción de cuotas y días de pesca.

«Necesitamos que el comisario comprenda que su objetivo de velar por el medio ambiente es el mismo que tenemos los pescadores, y que atienda nuestras preocupaciones, propuestas y necesidades para evitar la muerte del sector pesquero español», concluye el presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores.