El Rey defiende ante Sánchez la Constitución y la «igualdad de todos los españoles»

Había máxima expectación sobre lo que diría Su Majestad el Rey en la apertura de la XV legislatura después del pacto del PSOE con todos los separatista, incluida la formación de quien lleva fugado de la justicia española seis años en Bélgica, Carles Puigdemont, el que ha sido, de hecho, quien ha tenido la última palabra para que Pedro Sánchez pudiera reeditar su Gobierno. En pleno proceso para aprobar una ley de amnistía para los encausados en el procés de Cataluña, Felipe VI hizo una firme defensa de la Constitución y de la igualdad de todos los españoles, que le valió un sonoro aplauso del hemiciclo.

El baldaquino volvía a colgar este miércoles sobre la fachada del Congreso como hace un mes, cuando la Princesa Leonor, hoy también presente, juró la Constitución asumiendo con ello su compromiso de acatarla y guardarla, así como el de servir a los españoles como heredera legítima. A las 11:00 horas, los coches oficiales de la Familia Real llegaban a la Carrera de San Gerónimo, donde esperaban las autoridades.

Tras el paso de revista del Rey al batallón y el saludo a los allí presentes, entraron a la Cámara. Mientras, el hemiciclo se iba llenando de diputados y senadores. Estaban muchos, pero también varios ausentes, que también lo fueron en la ceremonia de juramento de la Princesa de Asturias, los socios de Sánchez ERC, EH Bildu y el BNG, y un diputado del socio de coalición, Sumar, que se desmarcó de su grupo.

La primera en tomar la palabra fue la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol. «La formación del nuevo Gobierno ha necesitado de tiempo, diálogo, negociación y toma de decisiones», sostuvo, y lejos de hablar desde la imparcialidad propia del cargo, aplaudió algunas leyes que tildó de «históricas», impulsadas por el PSOE estos años atrás, como la del aborto, el matrimonio igualitario, el ingreso mínimo vital o la ley de eutanasia, entre otras.

Además, criticando a la oposición, la expresidenta de Baleares aseguró que «la decisión de esta mayoría parlamentaria es legítima y emana de la voluntad de los ciudadanos ejercida el 23 de julio». «Distorsionar la realidad o cuestionar importantes valores democráticos, desde la opacidad de la disputa, solo va a aumentar la desafección de la sociedad hacia las instituciones», añadió Armengol, que como en su discurso en el acto de juramento de Doña Leonor, introdujo varias frases en catalán. Ni el PP ni Vox aplaudieron su intervención.

Tras ella, fue el turno del Rey, que al comienzo de su discurso quiso recordar el juramento prestado hace un mes por su primogénita, del que recalcó que, además de lo que significa para la Corona y para las instituciones del Estado, para los ciudadanos supone «la certeza de estabilidad en el leal desempeño de las funciones de la Jefatura del Estado». Y dirigió buena parte de su mensaje a los jóvenes y a su futuro, que, para afrontarlo con confianza -expresó- «precisan de un marco democrático, como el que representa la Constitución, que les permita convivir y prosperar en libertad y necesitan recibir una España cohesionada y unida».

«Cada generación es depositaria de los logros de las generaciones anteriores y tiene la obligación cívica de perfeccionar y acrecentar esos logros; tiene el deber moral de proteger y conservar lo alcanzado y la responsabilidad de entregarlo a las generaciones que la sucedan», expresó el Rey, recordando lo que supuso hace 45 años y supone hoy el pacto de la Transición y lo que de esta nació: nuestra Carta Magna. «Una Constitución que establece la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político como valores que en los que se basa nuestra convivencia democrática. Unos valores que no están anclados en el pasado y que deben proyectarse permanentemente hacia el futuro», subrayó.

Y defendió con rotundidad: «Reivindicar el profundo significado de aquel gran pacto entre los españoles que está en el origen de nuestra democracia no es, en absoluto, mirar atrás con nostalgia; sí es, en cambio, una orgullosa y consciente reafirmación de nuestras mejores capacidades como país y del mejor logro que ordena, en nuestros días, la vida de la sociedad española: la Constitución. Y por ello, debemos honrar su espíritu, respetarla y cumplirla, para hacer efectiva la definición de España como un Estado Social y Democrático de Derecho». Don Felipe recordó además la obligación de todas las institución de «legar a los españoles más jóvenes una España sólida y unida».

Mientras tanto, se conocía que el PSOE y Junts celebrarán su primera reunión este sábado 2 de diciembre, en Ginebra.