Sánchez, de nuevo increpado, a su llegada a Oviedo en la inauguración del AVE: «¡España no se vende!»
Desde Moncloa han decidido realizar un acto bajo tierra con el objetivo de evitar las increpancias de los asistentes
La visita de Pedro Sánchez a Oviedo en la inauguración del AVE no ha pasado ni mucho menos desapercibida. Al grito de «¡España no se vende!» decenas de personas han recriminado al presidente del Gobierno a su llegada a la estación de trenes de la ciudad.
En esta ocasión, desde Moncloa han decidido realizar un acto bajo tierra con el objetivo de evitar las increpancias de los asistentes, al mismo tiempo que una docena de furgones blindados de la UIP y numerosos agentes de la Policía Nacional se encontraban custodiando el acto del presidente, que transformó la estación de trenes en un bunker a su medida.
Ni aun así el presidente del Gobierno ha podido evitar que la población vuelva a achacarle sus pactos con los independentistas catalanes y su ley de amnistía. «Puigdemont a prisión» y «Sánchez traidor» han sido otros de los cánticos pronunciados este miércoles en la ciudad asturiana.