La Carta Magna, amenazada
Sánchez enciende una vela a la Constitución y otra al secesionismo en su aniversario más incierto
En el mismo escenario donde él y Francina Armengol alabaron la Carta Magna y hasta el artículo 14 –el de la igualdad ante la ley–, el próximo martes el Pleno debatirá la impunidad del procés
Quiso Francina Armengol que uno de los seis artículos de la Constitución que leyeron los representantes de la sociedad civil invitados a su 45º cumpleaños en el Congreso fuera precisamente el 14: «Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social», recordó Ana Bella, la fundadora de una asociación que lleva su nombre y que ayuda a las mujeres maltratadas.
La propia presidenta de la Cámara Baja loó durante su discurso ese artículo, que definió como «un avance monumental para nuestra sociedad». Incluso Pedro Sánchez alertó de una igualdad que se «está quebrando». Pero no se refería a la igualdad entre cierta clase política catalana y el resto de los españoles, sino a la igualdad entre hombres y mujeres y a la «violencia machista».
En el mismo edificio donde este miércoles Armengol ensalzó el artículo 14, el próximo martes el Pleno debatirá la admisión a trámite de la proposición de ley orgánica de amnistía del PSOE, como recordó Alberto Núñez Feijóo. Una norma que, según la declaración institucional que aprobó el CGPJ a principios de noviembre, pisotea ese artículo el que más: «Supone -la amnistía- contravenir no ya el principio de responsabilidad de los poderes públicos, sino incluso el más elemental principio de igualdad de los ciudadanos ante la ley que proclama el artículo 14 de la Constitución», advirtió el órgano de gobierno de los jueces.
El comodín del CGPJ
La que la oposición denomina «ley de impunidad» impregnó el ambiente del cuadragésimo quinto aniversario de la Carta Magna. Aunque Sánchez no hizo mención alguna a ella en su comparecencia, sino que volvió a pedir el comodín de la renovación del CGPJ; un tema recurrente del PSOE cada vez que los socialistas necesitan tapar el bosque con los árboles. «En el inicio de esta legislatura creo que se han acabado las excusas (…). Es el momento de pasar de las proclamas a los hechos, acabar con las excusas y cumplir con un mandato de la Constitución que es la renovación del CGPJ», señaló el presidente del Gobierno.
Por el contrario, tanto Feijóo como Santiago Abascal destacaron la incoherencia que supone reivindicar la Constitución y pactar la amnistía, una Hacienda catalana propia y otras cesiones con los enemigos de la Carta Magna. Que, un año más, estuvieron ausentes. Como también lo estuvieron la semana pasada en la solemne apertura de la XV legislatura, a cargo de Felipe VI, y el 31 de octubre en el juramento de la Princesa Leonor.
«Los españoles hoy no somos todos iguales ante la ley porque Sánchez privilegia a quien no la cumple. No se puede venir a celebrar la Constitución y presentar una enmienda a la totalidad como es la amnistía», denunció el líder de los populares. «Más que un día para celebrar la Constitución es un día para defender su fundamento: la unidad de la nación El ataque que está soportando España y su Estado de derecho no permite contemporizar con los golpistas ni simular una normalidad que no existe», sostuvo el presidente de Vox, que secundó la concentración convocada por Denaes a las puertas de Ferraz en defensa de la nación española.
Que España se adentra en una legislatura de probable deconstrucción territorial lo dejó claro la presidenta del Congreso, cuando en su intervención abrió la puerta a un referéndum. Que es, por otra parte, lo que Junts puso al PSOE sobre la mesa el pasado sábado, en su reunión de Ginebra.
«Quiero recordar que el título octavo de nuestra Constitución alumbra la cuestión territorial, integra la diversidad que convive en nuestro país y la riqueza que supone un Estado plural y deja abierto el camino para avanzar en el proceso de acercar a los ciudadanos la toma de decisiones», señaló Armengol en su discurso, censurado por los populares. «Armengol se está poniendo a la cabeza de las reivindicaciones de quienes han planteado una enmienda a la totalidad a nuestra Constitución, en forma de amnistía que va camino de convertirse en la primera ley del Gobierno en la legislatura», se quejaron desde el PP.
Es mucha coincidencia que tanto ella como el portavoz del PSOE en el Senado y Yolanda Díaz destacaran entre las virtudes de la Constitución que es un texto «vivo». «Y, por tanto, de desarrollo permanente», en palabras de Juan Espadas. «Que debe ser interpretado conforme a los intereses de la ciudadanía», en las de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo.
Esas alusiones, junto al enésimo intento de Sánchez en que Feijóo acceda a modificar el artículo 49 de la Constitución, han aumentado el nivel de alerta de los populares. Estos están convencidos de que el Gobierno y sus socios intentarán entrar en el edificio constitucional en esta legislatura, no se sabe por qué planta.
La reforma del artículo 49, para cambiar el término disminuidos por discapacitados, es uno de los asuntos que el presidente quiere abordar con el líder de la oposición en la reunión a la que le convocará en la Moncloa antes de fin de año. Pero Feijóo lleva un año y medio pidiendo a Sánchez garantías de que la modificación se ceñirá exclusivamente a ese término, y el líder del Ejecutivo no se las ha dado.
«Ya han pasado suficientes años, 45, como para hacer una revisión y retoques a la propia Constitución. Nada menos que dos tercios de las personas con derecho a voto actualmente no pudieron votarla», aseguró este miércoles, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban. Uno de los socios del Gobierno que tienen la navaja preparada para intentar sacar tajada cuando se abra ese melón.