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El expresidente Carles Puigdemont explicando el pacto de Junts con el PSOE

El expresidente Carles Puigdemont explicando el pacto de Junts con el PSOEEP

Investigación

Puigdemont organizó tres grupos de trabajo para crear el criptobanco catalán que le exigía el emisario de Putin

Tal y como ha podido saber El Debate, la oficina sobre la que planeaba el proyecto estaba al cargo de Pere Aragonès, entonces consejero de Economía

La Guardia Civil ha logrado acreditar que el expresidente catalán Carles Puigdemont no sólo aceptó las exigencias del emisario ruso con el que se reunió justo antes de la declaración unilateral de independencia de 2017, sino que ordenó poner en marcha las condiciones que le ofertó el agente extranjero a cambio de financiar el procés. El Debate está desvelando durante los últimos días nuevos los avances de la causa donde se investiga la injerencia de Rusia en España a través de los líderes independentistas.

Los investigadores interceptaron varias llamadas telefónicas y mensajes de texto intercambiados por David Madí, empresario catalán de la máxima confianza de Puigdemont, afirmando que le habían ordenado crear tres grupos de trabajo para «conseguir que la futura república catalana desarrollara una legislación propia sobre las criptomonedas adecuada a los interesas rusos». Seguidamente se incluía esta otra frase: «y así ellos podrían ayudar».

Se trata de la exigencia que Nikolay Sadovnikov, el agente del Ministerio de Exteriores de Rusia que se reunió con Puigdemont, exigió a los líderes independentistas para financiar los primeros meses de una hipotética Cataluña independiente. El magistrado que investiga este caso, Joaquín Aguirre, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, recuerda en su auto de prórroga para continuar investigando el asunto, que poco después de que estos hechos tuvieran lugar fue nombrado consejero de Economía el actual presidente catalán, Pere Aragonès.

«Se puso de manifiesto que los líderes independentistas estaban diseñando, precisamente, el banco central catalán del que el Instituto Catalán de Finanzas sería el embrión, elemento fundamental para garantizar la soberanía monetaria y financiera de un eventual estado independiente. De esa tarea se estaría encargando el equipo liderado por el actual consejero de Economía y vicepresidente Pere Aragonès», sostiene Aguirre.

Las exigencias que los rusos hicieron a Puigdemont tenían como objetivo captar fondos económicos y lograr el reconocimiento internacional de Cataluña como país propio. En este caso, ambas cuestiones por parte de Rusia. Por otro lado, los rusos, de haber salido adelante esta operación lograban infiltrarse en un país de la Unión Europea al mismo tiempo que contribuían a generar desestabilización en España.

El Debate está publicando durante esta semana datos inéditos sobre la injerencia rusa en España a través de los líderes independentistas. Tan sólo 24 horas antes de que se llevara a cabo la declaración unilateral de independencia en 2017 –concretamente el 26 de octubre–, Puigdemont recibió en Casa dels Canonges, la residencia oficial de Presidencia de la Generalitat, al emisario de Putin, Sadovnikov. Fue en ese enclave donde el agente ofreció 500.000 millones de dólares y un grupo de 10.000 mercenarios.

Días después de este encuentro, uno de los rusos que asistió a la reunión envió a un asesor de Puigdemont un supuesto certificado de un banco suizo con una promesa de pago. En concreto, del Union Bank of Switzerland. En el pagaré se podía leer, casualmente, la misma cifra que Sadovnikov ofreció a Puigdemont: 500.000 millones de dólares. En cambio, los investigadores de la Policía Judicial que tienen asignado el caso dudan que el pagaré fuera real ya que cuenta con errores ortográficos y gramaticales, entre otras deficiencias.

En cambio, los agentes rusos, que nunca llegaron a entregar esa cantidad de dinero, sí hicieron efectivas varias transferencias bancarias. Entre las que están en poder de la Guardia Civil figura un primer pago realizado en 2018 de 56 bitcoins (en torno a 525.000 dólares) y un segundo de 1 bitcoin(10.000 dólares, aproximadamente). Actualmente se desconoce para qué se usó ese dinero y los investigares están siguiendo el rastro de los pagos.

Este periódico también ha publicado que la Guardia Civil tiene en su poder numerosas anotaciones de asesores de Puigdemont que días posteriores al encuentro registraron en sus diarios personales notas con la palabra «Putin» junto a «financiación». También las expresiones «unificar bitcoin mañana del volátil y debajo al oro», «estado protector» y «legislación adecuada al nuevo modelo económico». Es decir, exactamente las consignas que pidió el asesor ruso. Para el juez Aguirre, el encuentro que Puigdemont mantuvo con Sadovnikov constituye un posible indicio de un delito de traición que, de ser imputado al expresidente catalán, se complicaría aún más la tramitación de la Ley de Amnistía.

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