La estrategia de Feijóo en el caso Begoña genera desconcierto en el PP

Populares y socialistas llevaban tiempo mirándose de reojo con el dedo junto al gatillo y, este lunes, fueron los de Alberto Núñez Feijóo los que desenfundaron primero. El grupo parlamentario popular en el Senado registró un primer listado de 56 comparecientes que deberán desfilar por la comisión de investigación sobre la trama corrupta de las mascarillas.

Sin embargo, la noticia estuvo más en quiénes no estaban en esta lista que en quiénes sí, puesto que el PP decidió dejar al margen a Pedro Sánchez. Y también a su mujer, Begoña Gómez, como adelantó El Debate el domingo.

La estrategia seguida por Feijóo y su guardia de corps respecto a la comisión de investigación en el Senado ha generado desconcierto en las filas populares y entre sus bases. Por un lado, el principal partido de la oposición viene denunciando la gravedad de que la mujer del presidente aprovechara su posición para influir en la adjudicación de subvenciones y contratos. Pero, por el otro lado, se resiste a sentarla en la Cámara Alta cuando esa posibilidad está enteramente en su mano (tiene mayoría absoluta, así que ni siquiera necesitaría pactarlo con otro partido).

Lejos de amainar, entre los populares arrecia en las últimas horas el debate en torno al caso Begoña, dado que el partido ya aclaró este lunes que ese listado es solo un primer listado y que puede haber añadidos en el futuro. Lo contradictorio es que, mientras ella no figura, el PP sí ha requerido la presencia del consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo, por las reuniones que tuvo Gómez con él antes del rescate de Air Europa. También, del empresario aragonés Carlos Barrabés, benefactor de la cátedra de la esposa del presidente en la Universidad Complutense. El Debate detalla este martes cómo la UTE The Valley Barrabés logró 10,2 millones en adjudicaciones del Gobierno de Pedro Sánchez después de que ésta la recomendara. La formación de Feijóo también ha demandado que acuda algún representante del Instituto de Empresa, donde Gómez dirigió el Africa Center

Vox vio ayer el río revuelto en el PP y anunció que ellos sí pedirán la comparecencia de la primera dama. Lo que obligará a los populares a pronunciarse, puesto que tendrán que votar a favor en contra. Y votarán en contra.

Desde el grupo parlamentario popular en el Senado señalan que las investigaciones están en una fase inicial y que no conviene quemar todos los cartuchos de entrada, sino dosificarlos. En el equipo de Feijóo insisten, además, en que es Sánchez el que debe dar explicaciones, porque es él quien está sometido a la ley que regula el ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado.

Entonces, ¿por qué el líder del Ejecutivo tampoco está en esa primera lista, como sí Francina Armengol, Salvador Illa y Ángel Víctor Torres? Desde el PP deslizan que no es el momento de Sánchez, sino el de Armengol e Illa. Pero que llegará. Su intención es citar a declarar al presidente en el futuro, conforme se acerquen las elecciones europeas. Para provocar la mayor erosión al PSOE.

La semana pasada, el propio Sánchez señaló en una conversación informal con periodistas en el vuelo de vuelta por Jordania, Arabia Saudí y Catar que él no tiene inconveniente de ir al Senado, si así lo quiere el PP. El artículo 76.2 de la Constitución establece: «Será obligatorio comparecer a requerimiento de las Cámaras. La ley regulará las sanciones que puedan imponerse por incumplimiento de esta obligación». Dicha obligación figura después desarrollada en una ley orgánica de 1984, que excluye a los extranjeros residentes fuera de España: «Todos los ciudadanos españoles y los extranjeros que residan en España están obligados a comparecer personalmente para informar, a requerimiento de las Comisiones de Investigación nombradas por las Cámaras Legislativas». No obstante, todo español está obligado a ir, pero puede acogerse a su derecho de no declarar.

En paralelo, este martes se reúne la mesa de la otra comisión de investigación, la que los socialistas han impulsado en el Congreso. Oficialmente, para investigar los contratos de la pandemia en todas las administraciones. Extraoficialmente, para contrarrestar la de los populares del Senado y cercar a Isabel Díaz Ayuso.

Sin embargo, la intención del PSOE es dilatar el inicio de las comparecencias para que Salvador Illa no tenga que personarse en la Cámara Baja antes de las elecciones catalanas del 12 de mayo. La intención de los socialistas es concretar primero el plan de trabajo y, más adelante, cerrar el listado de comparecientes. Una vez que el PP ha descartado de inicio a Sánchez y a su mujer, la duda es si el PSOE llamará a Rajoy y al novio de Ayuso, Alberto González, a la Cámara Baja. La solicitud de la presencia de la presidenta madrileña se da por descontada.