Vox denuncia la «arbitrariedad» de Armengol y critica que dejara acceder a Junqueras a la cafetería del Congreso
El partido de Abascal exige poner fin a la «desigualdad de trato» por parte de la presidenta de la Cámara, que ayer solo llamó al orden a los diputados de Vox
El grupo parlamentario de Vox ha presentado este viernes un escrito ante la Mesa del Congreso para exigir el fin de la «conducta arbitraria» de la presidenta de la Cámara, la socialista Francina Armengol. La formación de Santiago Abascal denuncia una «flagrante desigualdad de trato» a la hora de llamar al orden, después del tenso Pleno de este jueves en el que se aprobaba definitivamente la amnistía.
También, una «dejación de funciones» por permitir que Oriol Junqueras, dirigente de ERC y uno de los líderes del procés, condenado por sedición y malversación e indultado por el Gobierno de Pedro Sánchez, accediera y permaneciera en «dependencias reservadas» a diputados durante esta sesión plenaria. De hecho, el líder independentista terminó expulsado de la cafetería por el personal de la Cámara. Vox señala en su escrito que su presencia en las dependencias del Congreso en las que no tiene autorización para estar «constituye una ofensa hacia los españoles representados en la sede de la soberanía nacional».
El partido alude al momento de tensión al que se asistía ayer en el Pleno cuando, tras la intervención de Abascal desde la tribuna, el diputado de Sumar Gerardo Pisarello pidió la palabra y pronunció unas palabras atacando a Vox. «No aceptamos ninguna lección de los señoritos que han vivido del cuento y que forman parte de las organizaciones históricamente islamófobas, históricamente antisemitas y que han ido a rendirle pleitesía al carnicero de Rafah», gritó desde su escaño.
Tras sus declaraciones, el diputado de Vox José María Figaredo pidió intervenir por alusiones, pero Francina Armengol no le dio la palabra y comunicó que proseguía el Pleno con la intervención del grupo socialista. Y posteriormente se profirieron abucheos hacia Vox y cruce de reproches entre su bancada y la de Sumar. El partido señala en el escrito que hubo «varios segundos de insultos» y pese a ello, la presidenta del Congreso solo llamó al orden a tres diputados de Vox, Figaredo, Manuel Mariscal y José María Sánchez.
También reprocha a Armengol que cuando el diputado socialista Artemi Rallo, encargado de defender la posición de su grupo sobre la amnistía, llamó a Vox «filonazis» y le describió como «neofascismo que embiste», la máxima autoridad de la Cámara, lejos de llamarle al orden, llamó la atención a la bancada de Vox y expresó: «El ser demócrata implica saber escuchar al que piensa diferente».
«La doble vara de medir de la presidenta atendiendo a cuestiones ideológicas es evidente. Estos hechos ponen de manifiesto una actitud sectaria y manifiestamente arbitraria, muy alejada del deber de neutralidad al que le obliga su cargo», critica Vox, y al tiempo que lamenta que se ha convertido en una «constante» en las sesiones plenarias.