Actos de adhesión
El PSOE reverencia a Begoña Gómez de forma sincronizada en sus últimos mítines
Los socialistas han corrido a mostrar su total respaldo a la mujer del presidente porque tienen el recuerdo de su reciente espantada, en parte motivada porque se enfadó con los suyos
Pedro Sánchez ha logrado convertir todos los mítines de campaña posteriores a la citación de su mujer como imputada en actos de adhesión a Begoña Gómez. Desde Benalmádena a Fuenlabrada y desde Hospitalet a la sede de UGT, allí por donde ha ido el presidente ha escuchado corear el nombre de Begoña. Y más que eso.
Aunque pudieran parecer muestras espontáneas de cariño por parte de sus compañeros de partido -subordinados, en realidad-, no lo han sido tanto. En la memoria reciente de los socialistas pesan mucho los cinco días que el presidente se tomó en abril para reflexionar, dejando al partido en shock y asomándose al abismo de un mañana sin su secretario general.
Aquello lo hizo, en parte, enfadado porque consideraba que los suyos no habían defendido con la suficiente vehemencia a su mujer frente a la avalancha de informaciones sobre los beneficios que obtuvieron las empresas que se ganaron el favor de Begoña Gómez. Por eso, esta vez los socialistas han corrido a cerrar filas de forma ostensible con Sánchez y su esposa, aun cayendo en la sobreactuación.
El miércoles, el presidente se llevó a su mujer al mitin de Benalmádena. El líder del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, les recibió así: «Pedro, gracias por estar aquí. Y gracias por estar aquí con Begoña. Gracias, Begoña». Acto seguido, Espadas y el público empezaron a corear «Begoña, Begoña». En ese mismo mitin, el candidato de los socialdemócratas a la Comisión Europea, Nicolas Schmit, afirmó: «Pedro, estamos contigo. Toda nuestra solidaridad para ti y Begoña». Y la candidata del PSOE, Teresa Ribera, remató: «Solo aportan barro y fango, querida Begoña, querido Pedro».
El jueves, la mujer del presidente no estuvo de cuerpo presente en el mitin de Hospitalet, pero sí a través de una pantalla gigante en la que el partido proyectó su imagen. Y, también, en el recuerdo de los intervinientes. La alcaldesa del municipio barcelonés, Nuria Marín, arrancó así: «Empiezo pidiendo un fuerte aplauso para Pedro y para Begoña. Para expresarles nuestro cariño, nuestro afecto, nuestro soporte. No estáis solos, a estos los vamos a parar. Los vamos a derrotar juntos y esto nos va a fortalecer».
Y el líder del PSC, Salvador Illa, se dirigió al presidente de esta manera, mientras detrás de él aparecía una fotografía de Gómez: «Te pedimos que le mandes un fuerte abrazo a Begoña, a tu esposa. Un abrazo sincero y caluroso de todos los socialistas catalanes». Después, Sánchez respondió: «A mí no me duelen prendas en decir que quiero a mi mujer y que defenderé su honorabilidad ante los ataques infames de los que solamente hacen oposición destructiva».
Tampoco faltaron las alusiones a la mujer del presidente en el último día de campaña. En el acto en la sede de UGT, el líder del sindicato, Pepe Álvarez, señaló: «Ésta no es una cuestión personal. Ni con el presidente, ni con la mujer del presidente. La mujer del presidente y el presidente están pagando las consecuencias de las políticas que se han desarrollado en nuestro país». A renglón seguido le prometió: «Nosotros, presidente, no os vamos a dejar, porque somos gente de palabra, como tú».