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Bolaños, Jourová y González Pons

El ministro Félix Bolaños, la vicepresidenta Vera Jourová y el vicesecretario del Partido Popular, Esteban González PonsEuropa Press

La Comisión Europea, indispensable para cerrar el acuerdo entre PP y PSOE por el Poder Judicial

Sin la mediación de Didier Reynders y Vera Jourová, habría sido más complicado el pacto final entre los grandes partidos

Partido Popular y PSOE dieron carpetazo en Bruselas a cinco años de parálisis en la Justicia española. Los grandes partidos se han puesto de acuerdo para renovar el Poder Judicial e iniciar el procedimiento para reformar la ley de elección de los jueces, un entendimiento que no habría tenido lugar sin la mediación de la Comisión Europea.

Fue a finales del año pasado cuando Alberto Núñez Feijóo solicitó a Bruselas que interviniera para acercar posturas entre los partidos. No había manera de que las dos partes se pusieran de acuerdo para renovar a los jueces, algo imprescindible para cumplir la Constitución. Fue ese el motivo por el que el comisario de Justicia Didier Reynders no dudó un momento en aceptar la tarea, pese a que, en parte, se jugara su prestigio político.

El comisario belga asumió el cometido como propio. El informe que publicó la Comisión Europea en septiembre sobre el Estado de derecho reclamaba la urgente renovación de los jueces en España, por lo que no podía ponerse de perfil ante la solicitud del Partido Popular. Así que aceptó y el Gobierno se sumó también a la idea.

El primer encuentro tuvo lugar en la sede de la Comisión en el mes de enero. González Pons y Bolaños volaron incluso en el mismo avión desde Madrid para reunirse en Bruselas con Reynders, que fue incapaz de poner de acuerdo a ambas partes. No solo no había entendimiento sino que los dos partidos terminaron tan enfrentados como iniciaron: unos querían una cosa y otros, otra.

El segundo asalto fue también en Bruselas y volvió a salir cruz para el comisario Reynders. El PP seguía empeñado en renovar el Poder Judicial y reformar la ley a la par mientras que el PSOE quería hacerlo por partes, así que el entendimiento era imposible, igual que en el tercer encuentro que tuvo lugar en Estrasburgo.

Más tarde habría una reunión en Madrid que finalmente fue cancelada y entonces llegaron las elecciones. Primero las vascas, después las catalanas y finalmente las europeas, un periodo en el que ninguno de los dos quería acercar posturas. Lejos de eso, en plena campaña, se culpaban los unos a los otros de la falta de acuerdo mientras el tiempo pasaba y el comisario Reynders solicitaba una excedencia en Bruselas para presentar su candidatura a la presidencia del Consejo de Europa.

Asumió entonces la cartera de Justicia la vicepresidenta Vera Jourová, que se tomó la negociación del Poder Judicial de una manera muy diferente a Reynders. Tras las elecciones, González Pons le solicitó de nuevo su mediación, pero recibió el rechazo de Bruselas hasta que ambas partes no avanzaran en las negociaciones. La checa no estaba dispuesta a jugarse su prestigio para que PP y PSOE se pelearan en Bruselas sino que solo se pondría en la foto para cerrar un acuerdo.

Parecía que era eso lo que necesitaban los dos grandes partidos, ya que desde entonces solo tardaron doce días en entenderse. En secreto, se sentaron a la mesa de negociación y en la mañana de este martes se filtró una nueva reunión en Bruselas que fructificó en un pacto que ponía fin a cinco años de parálisis en la Justicia. Habrá renovación del Poder Judicial y también, de paso, se abre la puerta a una nueva ley para elegir a los jueces.

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