Vox cree que el PP forzará la salida de sus cuatro presidentes de las cámaras regionales
El partido de Abascal descarta la dimisión de estos cargos, puesto que consideran que es parte «ya ejecutada» de los acuerdos de gobierno
Son varias las preguntas que dejó sobre la mesa la decisión de Vox de retirar el apoyo parlamentario a seis gobiernos autonómicos del Partido Popular. Hubo quien pensó que ese paso no llegaría a materializarse, pero terminó cumpliéndose la advertencia que venía lanzando a los populares y el partido de Santiago Abascal ha pasado a la oposición.
Una de esas preguntas es a qué afecta esa decisión, si se circunscribe exclusivamente a los gobiernos regionales o si derivará en la ruptura en todos los ayuntamientos. También, si la dimisión de los vicepresidentes y consejeros se queda ahí o si podría traer consigo la dimisión de los presidentes de las cámaras autonómicas, como han venido a insinuar estos días algunos líderes territoriales del PP.
Respecto a lo primero, los ayuntamientos, ya el propio Abascal avisó unas horas después de oficializar la ruptura de que saldrían de los que empiecen a colaborar activamente en el reparto de menores extranjeros no acompañados, que fue lo que motivó la salida de los ejecutivos autonómicos. «En aquellos lugares donde se colabore con el reparto de la inseguridad Vox no estará en los gobiernos», aseguró ante las cámaras de Telecinco. También en esa línea se expresó Jorge Buxadé en una entrevista con El Debate, donde, no obstante, trasladó que mantienen su voluntad de cumplir los acuerdos municipales.
Tras su salida de los gobiernos autonómicos
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En cuanto a lo segundo, los parlamentos regionales, a día de hoy son cuatro las presidencias parlamentarias que el partido ostenta: Marta Fernández, la de las Cortes de Aragón, Carlos Pollán, la de las Cortes de Castilla y León, Llanos Massó, la de las Cortes Valencianas y Gabriel Le Senne, la del Parlamento balear.
En Bambú creen que el PP forzará su salida ahora que los acuerdos que sustentaban el gobierno están rotos, aunque sea algo ajeno al ejecutivo. Y ya no es que teman que los populares vayan a presionar, sino que no les cabe duda de que lo harán. Un dirigente de Vox dice estar convencido de que en algunas regiones los presidentes parlamentarios de su formación «tienen los días contados» en su puesto. Sin embargo, el partido de Abascal advierte de que no contarán con su partido para ello, al considerar que es una parte «ya ejecutada» de los acuerdos que firmaron.
El día siguiente al anuncio de Abascal, cada presidente autonómico compareció para explicar cuál era la situación ahora que Vox daba por rotos los gobiernos. En Baleares -donde los populares gobiernan en minoría pero necesitaron para la investidura la abstención de Vox, y por tanto firmaron un acuerdo, de más de 100 medidas-, la presidenta, Marga Prohens, preguntada por la continuidad de Gabriel Le Senne, señaló que «tendrá que ser él quien responda», pero que, en su opinión, «deberá ser consecuente» con lo que dijo Abascal.
En el caso de las islas, la izquierda viene presionando al PP para cesar a Le Senne. De hecho, a raíz de la polémica en la Cámara autonómica por romper este último unas fotografías de mujeres republicanas asesinadas que expusieron las dos diputadas socialistas de la Mesa, el PSOE, que lidera Francina Armengol, ofreció a los populares sus votos para destituir a Le Senne del cargo y colocar a un presidente parlamentario del PP, algo que la formación de Prohens en ese momento rechazó. Ahora, la dirigente socialista ha vuelto a pedirlo.
También ese viernes, el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, no quiso pronunciarse al respecto, y se limitó a apuntar que «es una decisión que le corresponde al propio presidente de las Cortes». En esos términos lo hizo también el líder de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, que afirmó que no le corresponde a él decidirlo, sino, en este caso, a la afectada. «No voy a ser yo el que justifique la coherencia de los demás», declaró.
En cuanto a Aragón, el presidente, Jorge Azcón, señaló tras la ruptura que había que ser «muy respetuosos con la separación de poderes» y que una cosa era lo que decía el Gobierno y otra, las Cortes. «La presidenta de las Cortes ha sido elegida por las Cortes y el legislativo va a seguir haciendo su trabajo», manifestó. En esta cámara, por lo pronto Chunta Aragonesista ha propuesto modificar el reglamento para destituir a Marta Fernández.
Situación distinta es lo que ha ocurrido en Extremadura, donde Vox solo tenía una consejería y ningún puesto en la Mesa de la Asamblea. De hecho, esta está presidida por Blanca Martín, del PSOE, porque tras las elecciones del 28-M no hubo acuerdo entre PP y Vox. Ante la ruptura del acuerdo, los populares pidieron el mismo viernes la retirada de la propuesta de modificación del reglamento de la Cámara que habían acordado para que Vox entrara a formar parte de la Mesa, como figuraba en el pacto. Pero además insinuaban al senador por designación autonómica, Ángel Pelayo Gordillo (Vox) la entrega del acta, por ser esto también «consecuencia» del pacto hoy roto.
Tras la decisión tomada el jueves, Abascal explicó que los presidentes de los parlamentos no tenían la instrucción de dejar el cargo, a diferencia de los vicepresidentes y los consejeros porque aquellos son ajenos a los gobiernos. «No es ninguna incoherencia y vamos a seguir animando a nuestros presidentes parlamentarios a que cumplan con su labor», expresó el líder de Vox. Y este lunes, preguntado al respecto en rueda de prensa, el portavoz nacional, José Antonio Fúster, argumentaba que si los populares «buscan la dimisión» de los presidentes, porque lo son gracias a los acuerdos, primero debieran dimitir ellos porque también presiden los gobiernos gracias a esos pactos.