Belarra carga contra Ana Rosa y Ferreras y Tellado reprende a Armengol por no llamarla al orden

Belarra carga contra Ana Rosa y Ferreras y Tellado reprende a Armengol por no llamarla al orden

Tellado critica a Armengol por no reprender a Belarra al señalar el patrimonio de Ana Rosa Quintana

El portavoz popular ha recomendado a la presidenta del Congreso que utilice el mes de agosto para leer el reglamento de la Cámara

ione Belarra, diputada de Podemos, ha aprovechado su turno de palabra en el pleno del Congreso para cargar contra Ana Rosa Quintana y Antonio García Ferreras. Belarra ha utilizado estos dos nombres propios para cargar contra Sánchez y su trato a las empresas propietarias de medios.

«El verdadero problema del poder mediático en España no son solo los sicarios de poca monta que extienden bulos. El problema son los dueños de los grandes medios de comunicación. (...) La gente no puede estar bien informada si no sabe que Ana Rosa Quintana tiene 44 pisos turísticos y que eso es determinante en extender el bulo de la okupación, como usted mismo denunciaba», le decía Belarra a Sánchez, a quien ha pedido que no conceda más entrevistas «a un periodista que está claramente definido como corrupto, como es Antonio García Ferreras».

La diputada ha puesto el foco en dos personas que no estaban presentes en el hemiciclo, y por eso Miguel Tellado, portavoz popular, ha pedido la palabra para señalar a la presidenta del Congreso, Francina Armengol. «Lo que le pido una vez más en un pleno de esta Cámara es que cumpla y haga cumplir el reglamento. Usted tiene que llamar al orden. No es una posibilidad, es su obligación llamar al orden al que desde la tribuna ofende a personas que no están aquí y no se pueden defender. Esas ofensas, cuando se hacen directamente a personas con nombres y apellidos, son tremendamente graves. Estamos llegando al verano y le pido que por lo menos aproveche el mes de agosto para leerse el reglamento y consiga que se aplique, por favor», ha pedido desde su escaño.

Tellado ha concluido su intervención diciéndole a Armengol que «la culpa es suya», algo que no ha hecho mucha gracia a la presidenta, que le ha pedido «más educación» en sus intervenciones cuando se dirija a ella.

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