Los agentes de primera fila ponen la solución para evitar avalanchas de inmigrantes como la que vivió Ceuta
Tanto la AUGC como Jupol coinciden en que son necesarios más medios humanos y materiales
Guardia Civil y Policía Nacional están día a día en el paso fronterizo del Tarajal que separa Ceuta de Marruecos, haya avalancha migratoria o no la haya. Por eso, los agentes son quienes mejor conocen la frontera y, por lo tanto, quienes mejor pueden comprobar cuáles son las necesidades que requieren para evitar que hechos como los de la semana pasada se vuelvan a repetir.
Tanto la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) como el sindicato Jupol de Policía Nacional coinciden en que son necesarios más medios humanos como materiales.
«Necesitamos que se actualice el catálogo de puestos de trabajo. Se hace un análisis de dónde hace falta más personal y si hay que ampliar, se amplía», afirma Antonio García, secretario general de Jupol en Ceuta.
«La Guardia Civil de Ceuta necesita un incremento de agentes, unos 200 más, para prestar servicios principalmente en la línea de frontera y costas que son los que llevan el peso de estas avalanchas», considera Rachid Sbihi, secretario general de AUGC en Ceuta.
Pero también reclaman más medios materiales. «Ahora mismo tenemos las pistolas taser y el servidor se ha caído, por lo tanto, no las podemos utilizar. De todas formas, en Ceuta tenemos 12 pistolas taser. De esas, 6 son de formación y de las que están disponibles, 3 tienen que quedarse en base cargándose», señala el representante de Jupol, Antonio García. Con lo cual, a efectos prácticos, toda la Policía Nacional de Ceuta tiene tan solo 3 pistolas taser... cuando se repare el servidor que requieren para que se conecten y coordinen las pistolas y las cámaras de grabación que los agentes llevan en el pecho pero que son parte de las mismas taser.
No obstante, desde la AUGC, Rachid, también señala otras medidas que se podrían tomar y que ayudarían a evitar avalanchas como las que vivió Ceuta. «También pedimos la ampliación de estos espigones. Hubiéramos evitado esa avalancha humana de mayo de 2021 en la que familias con sus maletas y todo bordeaban el espigón del Tarajal», recuerda el agente.
Efectivamente, viendo in situ los dos espigones, el del Tarajal al sur de Ceuta y el de Benzú, al norte, no parece muy complicado bordearlos.
Aún así, el guardia civil señala que los 'nadadores', como denominan en el argot policial a quienes intentan entrar en España bordeando los espigones, «salen de espigones cada vez más lejanos, hasta 10 kilómetros más allá de la frontera, y hacen rodeos para no ser detectados, por lo que igual entran 2 o 3 millas más adentro».
De ahí que a la Guardia Civil «no le queda otra que ayudarles humanitariamente. ¿Qué haces con una persona que ha llegado después de 6 o 7 horas de travesía?».
Por este motivo, ante situaciones como las vividas la semana pasada, «La solución está en los países de origen. Un vez que se arroja al mar, la misión de los agentes del GEAS (Grupos Especialistas de Actividades Subacuáticas) del servicio marítimo es ayudarles, evitar que perezcan que se ahoguen. Por eso es necesaria la implicación del Ministerio de Asuntos Exteriores y de las organizaciones internacionales».
No hay que olvidar que Marruecos no admite la devolución de ningún inmigrante que no sea de su nacionalidad, aunque los argelinos o los subsaharianos hayan entrado en España desde el país alauita.