Escrivá firmó un documento justo antes de dejar el ministerio para que Exteriores diera 1,5 millones a la fundación de Zapatero

El ya gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, firmó un documento justo antes de abandonar el ministerio de Transformación Digital y Función Pública para que José Manuel Albares, titular de Asuntos Exteriores, Cooperación y Unión Europea, pudiera acordar la adjudicación de una ayuda de 1,5 millones de euros para la Fundación Onuart, presidida por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Como ha publicado el pasado sábado El Debate, la inyección de fondos se llevó a cabo a pesar de la existencia de un informe elaborado por técnicos de uno de los ministerios donde se alertó de la inutilidad de llevar a cabo esta inversión pública.

Este periódico ha tenido acceso a un informe interno de Exteriores, donde se especifica que para proceder a la transferencia de la subvención a la entidad que preside Zapatero, dedicada a la promoción del arte, fue condición sine qua non la firma del exministro Escrivá. Concretamente, el texto menciona la obligación de la «aprobación previa del Ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública». Este documento fue redactado en pleno mes de agosto, por lo que Escrivá dio luz verde a la operación justo antes de dejar la cartera y optar al puesto que ostenta hoy de responsable de la principal institución económica independiente del país.

El informe menciona que el papel de Escrivá fue clave «respecto a la tramitación del proyecto». Sin embargo, Albares necesitó cinco informes más para poder aprobar la inyección de los 1,5 millones de euros a la fundación del expresidente del Gobierno. Estos fueron uno de conformidad interna del departamento de su ministerio encargado de los fondos; otro de la Abogacía del Estado; uno de la Secretaría General Técnica de Exteriores; otro de la Oficina de Coordinación y Calidad Normativa (OCCN), dependiente del Ministerio de la Presidencia; y el último del Ministerio de Hacienda. Todos dieron el visto bueno contra el criterio de los técnicos.

Cuando el titular de Exteriores logró los seis documentos procedió a otorgar la ayuda a la Fundación Onuart. La transferencia se llevó a cabo a pesar de que los técnicos del ministerio alertaron sobre que la subvención supondría un gasto estéril. En concreto, mencionaron hasta en 13 ocasiones que la subvención millonaria tendría un «impacto nulo» en la sociedad. Seguidamente, enumeraron de manera detallada los sectores en los que iba a resultar irrelevante la firma de los 1,5 millones de euros en el organismo que preside Zapatero. Estos fueron: impacto por razón de género, en la infancia y en la adolescencia, en la familia, medioambiental o en materia de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de las personas con discapacidad. Durante todo el texto se repite que «su impacto es nulo», «no tiene impacto» o «el impacto en este ámbito se considera nulo». Es decir, para los funcionarios se le dio el dinero al organismo de Zapatero a cambio de nada.

Zapatero y las elecciones venezolanas

La tramitación de la adjudicación de los 1,5 millones de euros avalados por Escrivá que han acabado en la Fundación Onuart se llevó a cabo durante el mes de agosto. Precisamente en un momento en el que Zapatero está en el punto de mira por no haberse aún pronunciado sobre las irregularidades acontecidas en los comicios presidenciales del pasado 28 de julio. El Consejo Nacional Electoral (CNE), dependiente del Ejecutivo caribeño, proclamó ganador de las elecciones a Nicolás Maduro otorgándole el 51,2% de los votos frente al 44,2% que, según este organismo, obtuvo el opositor Edmundo González.

Dos semanas después de la celebración de las elecciones, una veintena de países -entre los que se encuentra España, Estados Unidos, Reino Unido, Argentina, Canadá, o incluso la propia Unión Europea- firmaron una declaración conjunta para que se hicieran públicas las actas de los comicios para poder verificar los resultados ante la multitud de denuncias de fraude que hubo. Por su parte, Venezuela no aceptó la propuesta. «Solicitamos la inmediata publicación de todas las actas originales y la verificación imparcial e independiente de esos resultados, preferiblemente por una entidad internacional, para garantizar el respeto a la voluntad del pueblo venezolano expresada en las urnas», dice la declaración.

Zapatero, más de un mes después de las elecciones, aún no se ha pronunciado, mientras tanto el oficialismo de Maduro como los opositores le instan a ello. Este fin de semana, el nombre del expresidente trascendió como uno de los intermediarios para que Edmundo González abandonara Venezuela y se instalara en España como asilado político. Una actuación que ha sido criticada duramente por el PP. «El Gobierno equidistante con el régimen del terror de Maduro corre ahora a erigirse en defensor de la dignidad y de la democracia», sostiene Miguel Tellado, portavoz de los populares en el Congreso de los Diputados.

«Presumen de acoger a Edmundo González sin reconocer su condición de presidente electo y siguen consintiendo la actitud indigna de Zapatero, que defiende abiertamente la dictadura venezolana. Algún día sabremos por qué», ha añadido. En cambio, desde el Gobierno optan por no explicar en qué ha consistido la mediación de Zapatero y su portavoz, la socialista Pilar Alegría, se limita a responder a las palabras de Tellado afirmando: «Ni una verdad. Ni una buena palabra. Ni una buena acción. La oposición más incapaz del mundo».