Asesina con dos bolas de mármol a un amigo 45 años mayor que él y se ríe al contárselo a otro preso
David de 24 años asesinó a Benito, de 69: le golpeó con las bolas de mármol y lo acuchilló en 21 ocasiones
Acaba de comenzar el juicio contra David Macía Castro, de 24 años. El joven tenía una relación de cercanía con el profesor jubilado Benito Torreiro de 74 años. Benito falleció y él es sospechoso de asesinarlo mientras cenaban en casa de la víctima. Ocurrió en Vigo, en los días previos a la Nochevieja de 2021. Concretamente el 28 de diciembre.
Hay pocas dudas de su autoría. Las pruebas recabas por la policía lo acorralan: Científica halló su ADN en las bolas de mármol con las que golpeó en la cabeza y en la cara a la víctima; sus restos genéticos también se revelaron en el cuchillo. Se lo clavó 21 veces, tanto que la punta se quedó incrustada en el cráneo del profesor jubilado.
En el lugar del crimen hallaron huellas de pisada coincidentes con las de las zapatillas deportivas de David Macía. Pero es que, además, una semana después del crimen, en el coche del asesino se encontró la documentación y tarjetas de crédito del fallecido. Usó las tarjetas de Benito para irse de marcha con sus colegas. También para realizar todo tipo de compras: en total se gastó mas de 17.000 euros. Los investigadores sostienen que ese fue el móvil del crimen.
Durante el tiempo que David Macía estuvo en prisión le contó a su compañero de celda con pelos y señales cómo había matado al profesor jubilado: «Se reía al relatar la salvajada que hizo», comenta el recluso. Lo extraño es que la fiscalía, el garante de la legalidad, ha pedido sólo 10 años y seis meses por homicidio. Dice que no aprecia alevosía, es decir que le atacase sin que pudiera defenderse, ni tampoco ensañamiento a pesar de que le reventó la cabeza y después, estando desvalido, lo apuñalase y le cortase el cuello.
Para la familia, sin duda, se trata de un asesinato. Es lo que piden sus abogados. Todo apunta a que David Macia confesará el crimen este martes en su turno de declaración. No se entiende que la fiscalía no pida más pena y sobre el juicio planea la posibilidad de que se trate de llegar a un acuerdo: si fuera así, el juicio dejará de celebrarse aceptando una condena de diez años.