Un PSOE en ruinas encara un Congreso Federal asediado por la corrupción, la falta de gestión y sin crítica interna
El líder de los socialistas ha construido un partido lleno de personas afines y leales a él, lo que evidencia la falta de voces discrepantes en el seno de su ejecutiva
los días 29 y 30 de noviembre y el 1 de diciembre el 41º Congreso Federal del PSOE –que tendrá lugar en Sevilla– va a reelegir a Pedro Sánchez como líder de los socialistas dado que es el único candidato que ha presentado su candidatura a las primarias. A pesar de los diferentes escándalos de corrupción que acorralan al jefe del Ejecutivo, a su familia, y al partido, Sánchez ha conseguido configurar una formación a su medida y que obedece a sus dictados.
Esta misma semana la Audiencia Nacional ha pedido al Tribunal Supremo que impute a José Luis Ábalos –que fue número 3 de los socialistas entre 2017 y 2021– por su «papel principal» en el caso Koldo. En su resolución, el juez Ismael Moreno destaca que hay «indicios fundados y serios» sobre la participación del también exministro de Transportes en la «organización criminal» que se montó en torno al Ejecutivo de Sánchez y el propio PSOE.
Además, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil reveló que la trama se refería al jefe del Gobierno como «el 1» en la red corrupta. Los miembros de la trama –encabezada por Koldo García y Víctor de Aldama– pudieron contactar y vender material sanitario a diferentes administraciones del PSOE, como los entonces Ejecutivos regionales de Balares y Canarias, presididos por el ministro Ángel Víctor Torres y la presidenta del Congreso, Francina Armengol, o los ministerios del Interior, Sanidad y Transportes, liderados respectivamente en ese momento por Fernando Grande-Marlaska, Salvador Illa y Ábalos.
Por su parte, Begoña Gómez y David Sánchez, la mujer y el hermano del presidente del Gobierno, están imputados en sendos juzgados por distintos delitos de corrupción. En este contexto, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha rechazado recientemente las querellas interpuestas por Sánchez y Gómez contra el juez Juan Carlos Peinado –que instruye la causa en la que se investiga a la esposa del líder del PSOE por tráfico de influencias y corrupción en los negocios– al considerar que en su actuación no ha incurrido en un delito de prevaricación.
La estructura del PSOE
Sánchez ha logrado construir un partido lleno de personas afines y leales a él, lo que evidencia la falta de voces discrepantes en el seno de su ejecutiva. Así, gran parte de sus ministros más cercanos también forman parte de la cúpula de Ferraz. La número 2 de los socialistas es María Jesús Montero, que también es la vicepresidenta primera del Gobierno, la secretaria de Igualdad es la titular de de Igualdad, Ana Redondo; la secretaria de Vivienda es la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez; el secretario de Justicia es el ministro de Justicia, Félix Bolaños; y la secretaria de Ciencia es la ministra de Ciencia, Diana Morant.
A su vez, la secretaria de Sanidad es la que fuera titular de Sanidad con Sánchez y actual alcaldesa de Las Palmas de Gran Canarias, Carolina Darias, mientras que los ministros Pilar Alegría, Teresa Ribera, Elma Saiz, Jordi Hereu y Óscar Puente son vocales del PSOE.
Igualmente, los adeptos también se extienden a la estructura territorial de la formación. Armengol es el líder de los socialistas baleares, Torres de los canarios, Morant de los valencianos e Illa de los catalanes. Los únicos secretarios generales autonómicos que han alzado la voz contra la deriva de la formación han sido el castellanomanchego Emiliano García-Page y el aragonés Javier Lambán. Ambos han rehusado presentar sus avales para que Sánchez sea reelegido y se han pronunciado de forma crítica con el cupo catalán que el PSC ha pactado con ERC a cambio de la presidencia de la Generalidad.