«Los ciberataques cada vez son más, más complejos, más sofisticados y más rápidos»

A las amenazas que siempre han existido se han sumado ahora, tanto para el sector de la Defensa como para las empresas y los propios usuarios, las ciberamenazas. En un mundo cada vez más digitalizado y en el que los cambios tecnológicos van a velocidad de vértigo, se hace imprescindible analizar qué retos hay hoy y cómo se puede trabajar para hacer frente a esas amenazas y preservar la ciberseguridad.

Estas fueron algunas de las cuestiones que se abordaron en la cuarta mesa redonda de la segunda edición de las Jornadas de Defensa de El Debate, que se celebraron este miércoles en el Hotel Wellington de Madrid. En ella, moderada por Adolfo Garrido, adjunto al director de El Debate, se contó con la participación de Ester Tejedor, directora de operaciones de ciberseguridad de Telefónica Tech; Javier Izquierdo, director de Estrategia de Hispasat; y David Ramírez Morán, analista del Instituto de Estudios Estratégicos (IEEE), que pudieron aportar su experiencia en este ámbito y compartir sus reflexiones sobre una cuestión que puede afectar a todos los ciudadanos.

Ester Tejedor recalcó que las tendencias de los ciberataques son cada vez más, más complejas y más sofisticas y, además, más rápidas. Habló de un tipo de ataque en el sector de la defensa, que es el relacionado con «la persistencia», es decir, aquel ataque en el que el atacante no busca «un ánimo de lucro rápido», sino tiempo, por ello resulta muy difícil detectarlo. En este ámbito concreto, como señaló, lo que se busca por parte del atacante es robar información «en busca de datos», y «en ese caso este tipo de actores son muchísimo más sofisticados que los que encontramos en otros sectores». También aludió a otros ataques «más dirigidos, como el phishing, que, es por ejemplo, aquel por el que a través del correo electrónico se suplanta la identidad de alguien para conseguir una información concreta.

El espacio cobra un papel muy relevante en el contexto actual. Como explicó Javier Izquierdo, que es director de Estrategia de Hispasat, un operador de satélites de telecomunicación, hace tiempo no era así, porque el espacio «era un sitio de paz», pero ahora, en un contexto bélico y en el que se producen muchos ciberataques, su papel empieza a cobrar relevancia y «hay una atención que los países, los gobiernos, la Defensa han comenzado a mostrar por el espacio por conformar sistemas independientes y seguros». En este sentido, mencionó como ejemplo la creación por parte de Estados Unidos de una Fuerza Espacial, o en España, en 2023, el Mando del Espacio. «El satélite y las constelaciones empiezan a jugar un papel más relevante», afirmó, como elemento de comunicación «más confiable porque no tiene tantos accesos intermedios».

Como «la gran promesa» hoy definió la Inteligencia Artificial David Ramírez, y es, desde luego, algo que todos los sectores quieren tener. Si bien, como indicó, hay ámbitos en los que «ha superado todas las expectativas», todavía «le queda un período de maduración bastante largo», puesto que aún no ha dado todo lo que puede. «Es muy fácil recopilar información, conseguir agruparla, conseguir tratara de forma masiva y convertirla en algo asumible para el ser humano, pero de ahí a dar el siguiente paso y superar al ser humano en el manejo de esa información y utilizarla de forma productiva (...) tenemos un gran campo de trabajo» para la industria de Defensa.

En esa línea, la directora de operaciones de ciberseguridad de Telefónica Tech subrayó que la llegada de la IA es «muy relevante», y apuntó que, aunque ha venido para hacer el bien en muchas cosas, también para permitir que haya ataques «mucho más sofisticados». Explicó que en Telefónica, los fabricantes están incorporando la IA, lo que hace que «la tecnología sea mucho menos vulnerable y más adaptada para captar amenazas».

E igual que la IA, otra tecnología puntera es la tecnología cuántica. Esta está siendo utilizada para hacer que los sistemas de encriptación sean, tal como señaló Javier Izquierdo, más seguros, porque, si bien, por ejemplo, se crean sistemas seguros, a medida que avanza la tecnología los que ayer eran seguros hoy lo son menos o se convierten en algo «atacable». Así, subrayó que la ventaja de utilizar la tecnología cuántica es que, al intentar acceder «de forma fraudulenta» a un sistema cuántico, este «se perturba, identifica que hay un acceso no autorizado».

También se abordó en esta mesa redonda la denominada zona gris, que han analizado desde el Instituto de Estudios Estratégicos. Para hacerle frente, la principal estrategia –destacó Ramírez– es la flexibilidad: «Ya no hay un conflicto claro, no hay una forma de pelear clara, sino que desde el primer momento tienes que ir adaptándote a la respuesta que obtienes por el otro lado». Así, en el Ministerio de Defensa, al que pertenece el IEEE, tratan de mantener mucha atención y contar con un personal muy formado y con capacidad tecnológica. «Tenemos una Defensa de la que yo creo que a día de hoy nos podemos sentir muy orgullosos», señaló.