«Pensé que me mataban»: seis jóvenes extranjeros dan una paliza de muerte a un hombre de 58 para robarle el móvil
Mariano, natural de Murcia, sospecha que no les bastaba con quedarse con su teléfono: «Su intención no era robarme. Era dar una paliza a una persona»
Un grupo de seis jóvenes extranjeros propinaron el pasado jueves una brutal paliza a un hombre de 58 años que había salido a caminar por las inmediaciones del río Segura, en Murcia. «Pensé que me mataban. Su intención no era robarme. Era la de dar una paliza a una persona», ha asegurado Mariano Rodríguez de Gea, que tuvo que ser hospitalizado de heridas múltiples en el Hospital Reina Sofía de la localidad.
En palabras a la televisión pública murciana, la víctima explica que, sin mediar palabra, los jóvenes comenzaron a empujarle y pegarle con un palo extensible en la cabeza, para después reducirlo al suelo mediante una zancadilla. Mariano, que todavía hoy presenta gravísimas heridas, recuerda que escuchaba a sus agresores hablar en árabe y que, en mitad de las palabras extranjeras, oía «¡el móvil, el móvil!». Mariano, horrorizado por los golpes, solo les preguntaba «por qué».
«Me tiraron al suelo con una zancadilla. Cuando estaba en el suelo, llegué a pensar que me podían matar. Estaba completamente indefenso», ha dicho. Cuando los agresores se marcharon, Mariano recuerda que no podía moverse por los golpes. «Tuvo que ser el Señor y nuestra Virgen María los que me ayudaron a levantarme», expresa.
Mariano ha asegurado que el joven que uno de los jóvenes que lo agredía intento después lanzarlo al río. «Cuando estaba en el suelo les preguntaba 'por qué, por qué, por qué', pero solo escuchaba que hablaban árabe».
El suceso sigue bajo investigación policial. Los agentes todavía no han localizado ni detenido a los agresores y también desconocen el móvil exacto de la agresión. «No sé cómo una persona puede querer hacer ese daño tan salvaje. No es humano», lamenta.
Mariano es un hombre muy conocido en su barrio del Carmen de Murcia, una persona activa que acostumbra a hacer deporte por la misma zona, un entorno que ahora mirará con otros ojos después de esta agresión.