Tribunal Supremo
García Ortiz evitó publicar desde la Fiscalía General la información confidencial del novio de Ayuso
Fue su mano derecha, el teniente fiscal de la Secretaría General, Diego Villafañe, también imputado, quien llamó a la fiscal provincial de Madrid, coimputada, para preguntar «si teníamos algún asunto» de Alberto González Amador
Nadie en la Fiscalía de Madrid, ni en la Sección de Delitos Económicos del Ministerio Público supo de la identidad de Alberto González Amador, ni de su relación con Isabel Díaz Ayuso hasta que, una semana antes, de la publicación de la polémica nota de prensa en la que se detallaron datos confidenciales del empresario.
Hasta entonces, «el jueves anterior», «ni Julián Salto [el fiscal entonces encargado de la investigación tributaria], ni Virna Alonso [jefa del anterior], ni yo [Almudena Lastra, fiscal superior de Madrid] teníamos conocimiento de quién era este señor. Ninguno sabíamos quién era y, por tanto, se le daba el mismo tratamiento que se da a todos los asuntos de la Fiscalía».
Fue la mano derecha de Álvaro García Ortiz, el teniente fiscal de la Secretaría Técnica Diego Villafañe, imputado junto con su jefe en el Supremo, quien llamó a la titular provincial de la Institución, Pilar Rodríguez, también coimputada, para interesarse por el asunto que afectaba a la «pareja» de la presidenta autonómica.
El Debate accede a su declaración íntegra ante el TSJM
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Así lo confirmaba, la fiscal superior regional Almudena Lastra, quien se negó a participar en la presunta trama diseñada como operación política contra Díaz Ayuso, en su primera declaración ante el juez instructor del caso en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Lastra, citada entonces como testigo, volverá a comparecer esta misma mañana, con la misma condición, para contestar a las preguntas del magistrado del Supremo que se hizo cargo del asunto que señala a García Ortiz, y su núcleo duro en la cúpula del Ministerio Público Claro, por un delito de revelación de secretos.
Tal y como revelaba, en primicia, El Debate, la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra confirmó en sede judicial su rechazo al texto que se le había proporcionado desde la Fiscalía General y así lo hizo constar en el expediente del asunto. «Yo le dije al fiscal general que yo no asumía esa nota y que, desde luego, no iba a sacarla desde la Fiscalía de la Comunidad, ni con mi gabinete de prensa, puesto que era una nota [consensuada] de la Fiscalía Provincial», relataba Lastra, el pasado mes de junio.
Y añadía: «Le dije [a García Ortiz] que, en cualquier caso, siempre la podía mandar desde la Fiscalía General del Estado, pero me contestó que él no quería enviarla desde la Fiscalía General. Y, entonces insistí en que si la tenía que mandar yo, saldría como nota de la Fiscalía Provincial». Como, finalmente, sucedió.
Un plan 'urdido' desde el 7 de marzo
A lo largo de su primera comparecencia, en calidad de testigo, que hoy se repetirá ante el instructor Ángel Hurtado en el Supremo, la fiscal Lastra apuntaba cómo ella tuvo conocimiento, «el jueves anterior» a que se desencadenara la polémica, de la identidad del novio de Díaz Ayuso, como tal. «Tuve conocimiento por dación de cuenta simultánea a mí y al fiscal general del Estado», apostilló la titular del Ministerio Púbico de Madrid.
«La dación de cuenta» es un sistema de información interna que la Fiscalía, debido a su composición jerarquizada, emplea para reportar, de los casos de los que se está encargando, a los responsables de cada área. «Normalmente se hace del jefe provincial [Pilar Rodríguez] al jefe superior [Almudena Lastra] y del jefe superior al fiscal general [Álvaro García Ortiz]», explicó Lastra. «Cuando el asunto, por urgencia, por la razón que sea, requiere otro cauce, se da cuenta simultánea al fiscal superior y al fiscal general», que fue como sucedió en el caso de González Amador.
Así las cosas, «el jueves [día 7 de marzo de 2024], la fiscal provincial me dio cuenta simultánea de que existía este procedimiento en la Sección de Delitos Económicos, y de que habían tenido conocimiento de que esta persona era pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid cosa que insisto, desconocíamos, porque el teniente fiscal de la Secretaría Técnica [Diego Villafañe] la había llamado a la fiscal jefe provincial [Pilar Rodríguez] para preguntarle si teníamos algún asunto en la Fiscalía de este señor».
Y no fue hasta entonces, cuando sobre la pista del caso, Rodríguez «dio cuenta a la superior», que era la propia Lastra, «y al fiscal general» de que «efectivamente existía ese asunto, que estaba vía presentado en el Decanato», pendiente de reparto a algún juzgado de instrucción, pero que «nosotros habíamos formulado la denuncia».
Es decir, en el TSJM, la fiscal Almudena Lastra declaró cómo el día 7 «se puso de manifiesto la identidad de esta persona, en cuanto a pareja sentimental de la presidenta de la Comunidad de Madrid». «Llegó a última hora de la mañana por correo electrónico. Venía el oficio de dación de cuenta, y la denuncia (...) en una carpeta que compartimos la fiscal provincial y yo, donde se dejó todo el expediente, todo el contenido de las diligencias y demás, en un zip porque pesaba mucho la documentación y no se podía mandar por correo electrónico, y ahí la dejó a disposición la carpeta compartida».
«Puesto que había hecho dación de cuenta simultánea del asunto a mí y a fiscal general, yo ya no di cuenta otra vez al fiscal general porque ya estaba informado directamente por la fiscal jefe provincial. Yo esa tarde, esto llegó más o menos a mediodía, tenía un acto y yo hasta el día siguiente no vi ni siquiera el contenido, no me miré siquiera la denuncia, y no he llegado a abrir el zip de la documentación. Porque no lo necesitaba ver», subrayaba Lastra ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.