La legislatura encalla
Siniestro total del Gobierno en el primer Pleno del año: solo salva un decreto de tres y encima gracias al PP
El Gobierno esperaba que el de Waterloo tuviera piedad, pero no fue así. Ahora trata de cargar sobre el PP la responsabilidad de la caída del decreto ley de la revalorización de las pensiones
El balance de daños que sufrió el Gobierno en el primer Pleno del año en el Congreso difícilmente podía ser peor. Dos de los tres reales decretos leyes que sometía a convalidación de la Cámara Baja cayeron derrotados y, para colmo de sus males, el único que logró salvar no fue gracias a los votos de la mayoría de investidura, sino por el voto favorable del PP. Siniestro total.
La reacción del Ejecutivo fue furibunda. Pero no contra Junts, sino contra el PP, al que los socialistas culparon de la derogación del decreto ómnibus (171 votos a favor, 177 en contra y una abstención), el que incluía la revalorización de las pensiones, bonificaciones al transporte público y ayudas a los afectados por la DANA. «Es lamentable que el PP persista en una oposición tan destructiva. Sus intereses no son los de los ciudadanos, sino la simple supervivencia de un Feijóo cuestionado dentro y fuera de su partido», lamentaron desde la Moncloa. «Es un frívolo».
Félix Bolaños fue a degüello en los pasillos: «Cuando, en febrero, los 12 millones de pensionistas vean que su pensión ha bajado, que se acuerden de que ha sido el PP en compañía de otros. Y cuando mañana los usuarios del transporte público vean que ha subido el precio de su billete, que se acuerden de que ha sido el PP en compañía de otros».
El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes no culpó en ningún momento a Junts; aunque, en realidad, fue el partido de Carles Puigdemont y no el PP con el que el PSOE negoció la convalidación del decreto ómnibus. De hecho, hasta Waterloo peregrinó el lunes el secretario de Organización de los socialistas, Santos Cerdán, en busca del milagro. Pero esta vez el prófugo no aflojó. Y ahora Pedro Sánchez deberá reflexionar sobre cómo piensa aprobar unos Presupuestos así, si un decreto ley con ayudas ha acabado estampado contra la luna de Puigdemont.
Sentada en su escaño de la bancada azul, María Jesús Montero no podía creérselo cuando, poco después del mediodía, la portavoz de Junts anunció en la tribuna de oradores que su grupo iba a votar en contra de las tres normas. Además, con duros reproches al Gobierno de Pedro Sánchez, al que acusó de trilero. Después de soltar la bomba, ella y los otros seis diputados de Junts abandonaron el hemiciclo. La cosa ya no iba más con ellos. Estaban disfrutando y no lo ocultaban.
Inmediatamente después, el PP comunicó a la prensa que su voto también sería «no». Los populares esperaron a que Junts levantara sus cartas para hacer lo propio. Previendo que el Gobierno iba a cargar la responsabilidad de la caída del decreto ómnibus contra ellos, los populares anunciaron que registrarán varias proposiciones de ley para garantizar la subida de las pensiones, las ayudas a los afectados por la DANA y el ingreso mínimo vital. Los de Alberto Núñez Feijóo también justificaron su postura en el hecho de que el Gobierno incluyera en el texto, de rondón, la cesión del palacete que alberga la sede del Instituto Cervantes en París al PNV.
«Esto no es un golpe al Gobierno. Es una bofetada injustificable a la ciudadanía de este país por parte de una oposición irresponsable», se quejó la diputada de Sumar Aina Vidal.
Además de la doble derrota, el Ejecutivo de coalición tuvo que escuchar duros reproches de sus socios de izquierdas durante el debate de los otros dos decretos: el del gravamen temporal a las energéticas, que fue derrotado con los votos del PP, Vox, Junts y el PNV, a los que el portavoz de Bildu llamó «las derechas española, catalana y vasca» (165 a favor, 183 en contra y una abstención); y el que fomenta la jubilación activa al facilitar la compatibilidad entre la pensión y un trabajo. Contra este último votaron ERC, Bildu, Podemos y el BNG y se mantuvo en pie gracias al voto favorable del PP, que estaba anunciado desde la semana pasada (298 a favor, 51 en contra). Mal consuelo para los socialistas.