Claustro del Monasterio de Santa María de Pedralbes

Claustro del Monasterio de Santa María de PedralbesEuropa Press

Barcelona

Las clarisas del Monasterio de Pedralbes abandonarán Barcelona en febrero después de ocho siglos

Las tres últimas monjas de la comunidad se trasladarán al monasterio de Vilobí d’Onyar

El Real Monasterio de Pedralbes se fundó en el año 1327, por la reina Elisenda de Montcada, esposa de Jaime II. Se levantó en tres niveles sucesivos, aprovechando la montaña, y junto a él se construyó un pequeño palacio al que se retiró la reina una vez enviudó, y que no abandonó hasta su muerte. Desde su fundación, en el monasterio han vivido monjas de la Orden de Santa Clara, conocidas como clarisas.

Tras el fallecimiento, la reina Elisenda dejó escrito en su testamento que se derribara dicho palacio. Donó la mayor parte de sus bienes al convento y su magnífico sepulcro, conservado a día de hoy en el monasterio, es un maravilloso ejemplo de gótico catalán. El siglo XVI fue una época de reformas en todo el conjunto, a pesar de que la decadencia económica se hacía cada vez más latente. Las guerras y los conflictos sociopolíticos tampoco eran ajenos a la comunidad.

El deterioro se hizo mucho más evidente a principios del siglo XIX, tras la ocupación de tropas francesas, los robos o las desamortizaciones. Sin embargo, en 1844 se crearon las comisiones provinciales de monumentos históricos y artísticos, para recuperar el patrimonio catalán y se iniciaron una serie de reformas en el monasterio.

En 1931 fue declarado monumento histórico-artístico nacional y a partir de 1949, se abrió al público una parte de la construcción. Finalmente, en 1975 se levantó un convento anexo para destinar las antiguas instalaciones del monasterio a un museo, que se inauguró en el año 1983.

Sólo quedaban tres monjas

En aquel convento anexo han vivido, desde entonces, las monjas clarisas. Es tradición que el alcalde de Barcelona las visite cada año y les haga una ofrenda de huevos para pedirles que no llueva por la festividad de Santa Eulalia, el 12 de febrero. Ella es la copatrona de Barcelona, junto con la Virgen de la Merced, y también debemos añadir a santa Madrona. Actualmente la comunidad de clarisas está formada por tres monjas.

Se trata de sor Inmaculada, sor Pilar y sor Isaura, que tienen 90, 73 y 66 años respectivamente. Debido a su avanzada edad, está previsto que en febrero abandonen el convento de Pedralbes y se trasladen al monasterio de Vilobí d’Onyar. Con ello, Pedralbes se quedará sin las monjas que lo han habitado desde el 1327. El motivo del cierre es la falta de vocaciones. No hay relevo generacional, no hay monjas jóvenes que quieran tomar los hábitos.

Han sido las tres monjas quienes han pedido personalmente trasladarse a Vilobí d’Onyar. El principal motivo es su edad. Por otro lado, es preceptivo que las comunidades de los monasterios cuenten por lo menos con cinco monjas, cosa que no se produce en estos momentos y que, por falta de vocaciones, difícilmente se encontrarían esas dos que faltan para cumplir el precepto.

Otro tema es que las clarisas de Pedralbes ya no desarrollan ninguna actividad económica, como consecuencia de la edad. En pie queda si, este 12 de febrero, el consistorio barcelonés podrá visitar, por última vez, a las monjas clarisas del Real Monasterio de Pedralbes.

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