
Jessica Rodríguez, la mujer que según la Guardia Civil mantenía una «relación particular» con el exministro Ábalos
Las trampas que destapan los audios de Jessica: «Yo tendría que poner lo que Joseba me diga»
La UCO desentraña, a través de los audios de las llamadas que realizaba la expareja de Ábalos a Koldo García, la operación para colocarla en Ineco
«Yo tendría que poner lo que me diga Joseba, porque no me puedo inventar algo de lo que completamente desconozco». Con esta simple frase, Jessica, la exnovia del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, desentraña toda la trama que giraba en torno a su puesto de trabajo en la empres pública Ineco.
La empresa pública, dependiente de Adif, entregó este mismo viernes los partes de trabajo de la que fue pareja de Ábalos. Esos partes fueron firmados por la propia Jessica «mediante la autenticación individualizad en un entorno seguro con control de accesos», afirmaba la empresa.
Estar, Jessica Rodríguez estaba en su puesto de trabajo, pero los audios que enviaba a Koldo García y que fueron desvelados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil confirman que eso es todo lo que hacía la expareja de Ábalos, estar.
La propia Jessica explicaba a Koldo su conversación con Joseba García, su jefe en Ineco y hermano del exasesor de Ábalos: «Joseba, me han mandado un mail, te lo mando, lo lees, ves lo que tengo que contestar y me lo dices y yo lo contesto. Y me dice que es que, si yo no sé lo que tengo que poner en el mail, que cómo lo va a saber él. Lo primero, que ni lo va a leer ni lo tiene intención de ver. Porque le he dicho que se lo voy a enviar y me ha dicho… Su contestación ha sido que si yo no sé lo que tengo que poner, que cómo lo va a saber él. ¿Hola? ¿Cómo no lo vas a saber tú? Si no lo sabes tú, ¿quién me puede ayudar?», explica Jessica a Koldo García.Pero tampoco su situación en el piso que le había conseguido Koldo García en la plaza de España de Madrid era mucho mejor. «Lo que no puede ser es que a mí me llevan tres meses llamándome para decirme que no se están pagando las cosas. Yo tengo que aguantar esas llamadas cuando no tengo ni idea de lo que pasa ni de lo que deja de pasar. Está claro que con eso no se ha conseguido absolutamente nada. Lo único que se consigue es que me digan que yo mañana me voy a la calle».
Y continúa: «Ya bastante incertidumbre de no tener un puñetero sitio donde poder plantar el culo, como para encima que eso dependa de otras personas que no me cuentan ni la mitad, que mira, mejor, pero que encima me tengan que estar cada dos por tres llamando, que si no se paga el alquiler, que se está con retraso o no sé qué…».
Porque, en verdad, el piso que ella quería era otro: «Le he mandado un mensaje a Jose [José Luis Ábalos], porque el que a mí me gusta se puede reservar a partir del 2 de abril (…). Ya me había hecho a la idea de que este tiene un gimnasio, tiene piscina, tiene unas vistas superbonitas y es una casa amplia».