El AVE Sevilla-Málaga, un proyecto fantasma del PSOE que Juanma Moreno trata de resucitar
El plan, que contempla la conexión entre ambas capitales en 50 minutos, fue abandonado por los socialistas en 2013 con 277 millones ya invertidos
Era mayo de 2004. Manuel Chaves acababa de conseguir una mayoría absoluta que se le había resistido en las tres últimas elecciones autonómicas, y José Luis Rodríguez Zapatero acababa de llegar al Palacio de la Moncloa, tras unas generales marcadas por los atentados del 11-M. En este contexto, el entonces presidente de la Junta de Andalucía y la recién nombrada ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, consejera andaluza de Economía y Hacienda hasta poco tiempo antes, y ambos condenados años más tarde por el caso ERE, firmaron un acuerdo para poner en marcha el llamado Eje Ferroviario Transversal, uno de cuyos tramos de Alta Velocidad era el de Sevilla-Antequera (Málaga).
El plan era unir en tren Huelva y Almería –dos puntos adonde no llega el AVE–, y las obras comenzarían, precisamente, y como de hecho ocurrió, por el tramo Sevilla-Antequera. Los trabajos se iniciaron en 2008, justo cuando estalló la Gran Recesión. La inauguración del segmento estaba prevista para 2013, año en el que la Junta abandonó el proyecto por la crisis, una vez que paralizó las obras en 2011.
A esas alturas sólo se habían construido 75 kilómetros de los 128 que separan Marchena (Sevilla) y Antequera. Esos 75 kilómetros son de plataformas terrizas. En ello la Administración autonómica invirtió 277,5 millones de euros, de los cuales 180 correspondían a un crédito del Banco Europeo de Inversiones, es decir, eran fondos europeos, reembolsados en abril de 2014. No hubo dinero ni para las vías ni para la electrificación. El proyecto completo tenía un coste de 1.300 millones, sin incluir los trenes.
En 2018 se resolvieron los contratos con las constructoras, elevando a unos 288 millones el gasto en este proyecto fantasma. No obstante, una pequeña parte de las plataformas terrizas, concretamente 9,4 kilómetros, se han reutilizado para rehabilitar la línea ferroviaria convencional entre Sevilla y Málaga a su paso por Aguadulce (Sevilla), que quedó dañada por las inundaciones de octubre de aquel año.
El anuncio de Moreno
Esta semana, el actual presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha resucitado el proyecto del AVE directo entre Sevilla y Málaga. El dirigente autonómico ha desvelado que su Gobierno está trabajando en hacer realidad ese «sueño» de conectar los dos principales polos económicos de la región (suponen en conjunto cerca del 45 % del PIB de la misma) en 50-55 minutos en tren de alta velocidad. Así, se están estudiando «todas las posibilidades de financiación». Desde la Junta están «dispuestos incluso a poner recursos propios», aunque se cuenta con «la colaboración de otras administraciones».
Según el propio Moreno, una parte de la plataforma ya hecha se podría aprovechar. Sin embargo, será necesaria una intervención en el tramo abandonado para reparar daños ocasionados tras una década en desuso. Esto, además de la inflación y la compra de trenes –la cual, en principio, iba a asumir la Administración autonómica–, provocaría que el gasto pendiente en el proyecto fuera superior a 1.000 millones de euros.
El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Javier González de Lara, ha celebrado la iniciativa, tan «plausible» como «imprescindible», que es «una larga, casi ancestral demanda de los empresarios», teniendo en cuenta que, de concretarse, las dos capitales, Sevilla y Málaga, «van a generar un hub de competitividad, de desarrollo tecnológico, de desarrollo empresarial, de una fortaleza importante». No obstante, ha precisado que hay que mejorar la vertebración de Andalucía «sin olvidarse de otras provincias que están muy necesitadas de infraestructuras ferroviarias».
División en el PSOE
En el PSOE, el partido del que, allá por 2022, surgió la idea (a la que entonces se opuso el PP), han reaccionado al anuncio de Juanma Moreno de forma dispar. Así, mientras el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, ha acogido esta noticia con entusiasmo, su antecesor en el cargo y secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas, entre otros, ha mostrado sus reticencias al respecto.
Muñoz ha pedido a Moreno que «acelere cuanto antes» el proyecto del AVE directo entre Sevilla y Málaga, dado que «va a redundar en beneficio de los ciudadanos, las empresas y, en definitiva, de las dos ciudades»; mientras que Espadas ha reclamado al presidente de la Junta «priorizar» las conexiones por alta velocidad con Almería, Granada y Huelva, que «siguen pendientes» de acometer en Andalucía, antes que el AVE Sevilla-Málaga.
En cualquier caso, el anuncio se produce en Sevilla y a algo menos de cuatro meses de las elecciones municipales, en las que el PP quiere recuperar la Alcaldía hispalense y afianzarse en el Ayuntamiento de Málaga como parte del plan de conquistar las ocho capitales de provincia andaluzas. Excusa perfecta para que el secretario de Política Municipal del PSOE y vicepresidente primero del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, haya tachado el anuncio de «electoralista», de no ser porque el AVE Sevilla-Málaga fue una promesa electoral de Manuel Chaves.