Andalucía
La compleja labor del rescate del buque varado a la sombra del Peñón
Se necesitan cinco días de buen tiempo para recuperar la proa del barco accidentado hace casi diez meses frente a las costas de La Línea
Cuenta atrás para la retirada total de los restos del buque OS35, varado desde finales del pasado mes de agosto, hace ya casi diez meses, a unos 400 metros del litoral de La Línea de la Concepción (Cádiz) a raíz de chocar con otro barco cuando salía del puerto de Gibraltar; un «incidente grave» –así lo calificó el Gobierno colonial de Gibraltar– que pronto será historia.
El buque, partido en dos a causa del accidente, ha permanecido semihundido hasta este miércoles, cuando se procedió a elevar del fondo marino la popa. Ahora llega el turno de la proa, que sigue sumergida.
Para reflotar la proa se requiere un periodo ininterrumpido de cinco días de buen tiempo, dada la complejidad de los trabajos. Así, dado que se prevé que las condiciones del mar no sean favorables en las próximas horas, la Autoridad Portuaria de Gibraltar ha determinado suspender las tareas hasta la semana que viene, a la espera de una «ventana meteorológica adecuada», aunque, advierte, «aún es demasiado pronto para asegurarlo».
«El viernes y el sábado entrará viento de levante y tendremos que suspender la operación. Para nosotros es más importante hacerlo bien que con prisas y sufrir un contratiempo mayor. Estamos muy pendientes de los pronósticos para retomar los trabajos. No podemos interrumpir la operación, y ése es el principal desafío al que nos enfrentamos ahora. Una vez que empecemos con esa fase no podremos parar», ha explicado el capitán del puerto de Gibraltar, John Ghio.
Cuando la proa sea recuperada, será cargada en el buque semisumergible, y éste emergerá con la dos mitades del barco accidentado. Posteriormente, el semisumergible será remolcado por otra embarcación hasta el puerto de Róterdam (Holanda), donde el granelero será desguazado por una empresa especializada.
En la cara este del Peñón
Cabe recordar que, tras el accidente, el buque OS35 fue trasladado a la cara este del Peñón y no al puerto; un movimiento que el Gobierno colonial de Gibraltar justificó porque «la única solución viable para que no se hundiera el buque, que hubiera resultado, casi seguramente, en el vertido del fuel y el riesgo de muerte de sus tripulantes, era encallarlo, pues en la bahía se habría hundido y el riesgo ambiental sería ahora más alto».
Aun así, y pese al bombeo de la carga de gasóleo, hubo una fuga de fuel del buque que escapó de la barrera de seguridad que había establecido la Autoridad Portuaria de Gibraltar y que llegó a las costas de La Línea.
Por otro lado, el capitán del buque OS35, Abdulbar Kaddoura, de 53 años de edad y de nacionalidad siria, ha sido condenado a cuatro meses de cárcel por el accidente, pero no ingresará en prisión si no comete ningún delito en un año. En libertad provisional tras su detención, recuperó hace unos días su pasaporte y ha podido regresar a su país, donde le aguarda su familia, afectada por el reciente terremoto en Turquía y Siria.