El Gobierno advierte a Juanma Moreno: «No queremos ni media hectárea más de regadío»

La vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en funciones, Teresa Ribera, ha advertido este martes al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, de que el Gobierno no consentirá «ni media hectárea más reconocida como regadío» en el Parque Nacional de Doñana.

Así se ha pronunciado Ribera en declaraciones a los periodistas a su llegada al Palacio de San Telmo de Sevilla, sede de la Presidencia de la Junta, para mantener la reunión con Moreno, acompañados ambos de sus respectivos equipos. La ministra se ha acercado a los integrantes de la plataforma Salvemos Doñana que se han concentrado a las puertas del edificio.

Esta reunión se celebrará a una semana de que el Pleno del Parlamento autonómico, con mayoría del PP, apruebe la proposición de ley para la mejora de la ordenación de regadíos de la Corona Norte de Doñana, presentada conjuntamente por el Grupo Popular y Vox.

Teresa Ribera ha manifestado que en su reunión con el presidente andaluz trasladará el «potente» mensaje de que «Doñana no se vende, Doñana se defiende», porque «es patrimonio de la humanidad y no se nos puede olvidar».

Ha señalado que «es muy importante» el compromiso tanto en la defensa de Doñana como en la búsqueda de alternativas que no pongan en riesgo el Parque, pero que permitan el desarrollo social en el territorio, y ha confiado en que la reunión vaya bien y «efectivamente consigamos sumar fuerzas».

«No necesitamos ir a ningún tribunal para que nos diga que las administraciones debemos trabajar por salir adelante en Doñana, cerrando ese procedimiento de infracción que todavía está abierto en la Comisión Europea y esa amenaza de la Unesco, y simultáneamente trabajando juntos para encontrar soluciones y alternativas para el territorio», ha recalcado.

A la pregunta de si el Gobierno central reclamará a la Junta la retirada de la proposición de ley de regadíos en cuestión, ha indicado que la posición el Ejecutivo nacional pasa por que no haya «ni media hectárea más reconocida como regadío».

En su opinión, el llamado Plan de la Fresa de 2014 fue un proceso «enormemente complicado que encontró un punto de entendimiento común por parte de todos y es de donde no nos debemos mover». «Si hay que buscar alternativas para el territorio, estamos encantados, disponibles y procuraremos que encontremos la manera de contribuir todos a ello », ha sentenciado.