Los vecinos de un pueblo de Granada «desahucian» a una colonia de ranas por no poder dormir

Dos biólogos han trasladado una colonia de ranas verdes comunes desde su hábitat, situado en una charca ornamental construida hace cinco años a la entrada del municipio granadino de Güejar Sierra, hasta el pantano de Canales. Un grupo de 20 vecinos de la urbanización de la avenida de la Libertad de esta localidad le pidió al Ayuntamiento que las desplazaran a otra zona, porque no podían dormir por la noche debido al croar de los anfibios y así lo han hecho.

El concejal de medio ambiente del municipio, Francisco Manuel Gervilla, ha señalado que desde el consistorio estuvieron consensuando el punto al que iban a trasladar a las ranas, para que éstas no perjudicaran a otros vecinos, estuvieran en su hábitat natural y no perjudicaran a otros animales. Por eso, eligieron el embalse de Quéntar, donde reside la colonia más cercana de sus congéneres.

La captura de las ranas más ruidosas, a cargo de la Asociación Herpetológica de Granada, no fue fácil, y es probable que la operación tenga que volver a repetirse. El biólogo Juan Ramón Fernández ha explicado que la operación la llevaron a cabo por la noche, para que estos anfibios no les detectasen al acercarse. El método para capturar a las ranas consiste en deslumbrarlas con una linterna, cazarlas una a una con una red húmeda e introducirlas en transportines para que no se asusten, con algo de agua para evitar que se golpeen y una cámara de aire que les permita poder respirar.

Según han informado los vecinos «las ranas comenzaban a cantar sobre las 21:30 horas y el ritual podía durar hasta las 05:00 o las 06:00 horas de la madrugada». De momento, la serenata ha dejado paso al silencio y al alivio de los vecinos. Sin embargo, la rana verde común, 'Pelophylax perezi', es un anfibio bastante abundante, tanto en el campo como en parques y jardines, por lo que la colonización de la charca puede producirse de nuevo de forma natural.