Granada
El más antiguo hospital que hubo en tierras españolas y que luego se convirtió en Casa de la Moneda
Superado ya el riesgo de demolición, el edificio se encuentra inmerso en la segunda fase de su restauración, que deberá recuperar su estructura original de época nazarí
Está considerado por los estudiosos como el primer hospital que hubo en tierras españolas. Fundado en 1367 por uno de los más grandes emires de la dinastía nazarí, Muhammad V, en origen estaba dedicado básicamente al cuidado de los enfermos mentales. Mantuvo su función asistencial durante más de un siglo, hasta poco después de la reconquista de la ciudad por los Reyes Católicos.
Los hospitales medievales del mundo islámico tenían algunas diferencias significativas respecto de los hospitales cristianos. Desarrollaban su actividad al margen de las autoridades religiosas, estaban dirigidos por médicos y servían también de centro de formación para los futuros galenos. Los enfermos se distribuían en salas en función de la patología que sufrieran y los edificios contaban con un complejo entramado de dependencias que incluía biblioteca, cocinas, viviendas para el personal, mezquita, una botica donde se preparaban y despachaban las medicinas y jardines botánicos en los que se cultivaban las plantas medicinales.
Declarado Bien de Interés Cultural
Situado en el Albaicín bajo, frente al Monasterio de la Concepción y muy próximo a la Carrera del Darro, el Maristán perdió su uso hospitalario en 1494 y su edificio pasó a ser, hasta 1685, la Real Casa de la Moneda de Granada. Clausurada la fábrica de acuñación de moneda, el edificio sufrió diversos avatares las dos centurias siguientes, hasta que a mediados del siglo XIX fue parcialmente demolido y reconstruido. A partir de ahí, entró en una fase de olvido y degradación hasta que, en la década de 1980, se produjo un intento de derribo definitivo que, paradójicamente, lo sacó del olvido y lo puso de nuevo en valor.
Después de diferentes trabajos de investigación arqueológica, el Maristán fue declarado Bien de Interés Cultural en 2005, con la categoría de monumento. Posteriormente, el Patronato de la Alhambra y el Generalife se hizo cargo del inmueble, promoviendo, entre 2017 y 2022, la fase primera de consolidación y restauración del pórtico sur. Recientemente, el pasado año, fue adjudicada la segunda fase de la intervención, que, con un presupuesto cercano a los 300.000 euros, deberá recuperar los tres laterales que faltan del edificio, que tenía originalmente una estructura porticada en torno a un patio rectangular provisto de una alberca de grandes dimensiones.
Los leones de piedra, que hacían de surtidores de los que manaba el agua, son de mucho mayor tamaño que sus «parientes» más famosos del Patio de los Leones de la Alhambra. Los dos de que disponía el Maristán se conservan en el Museo de la Alhambra, pero permanecerán allí por motivos de conservación, con lo que en el antiguo hospital se instalarán unas réplicas exactas.