El impresionante desembalse del Gergal, en Guillena (Sevilla), tras las intensas lluvias de la borrasca Garoé

El impresionante desembalse del Gergal, en Guillena (Sevilla), tras las intensas lluvias de la borrasca GaroéFrancisco J. Olmo | Europa Press

Sequía

Nunca llueve a gusto de todos: desembalses en Sevilla y Córdoba y restricciones en el resto de Andalucía

La falta de infraestructuras condena a las restricciones más severas a Almería, Granada y el Campo de Gibraltar, donde siguen en sequía extrema pese a las últimas lluvias

Andalucía vive dos realidades bien distintas tras las copiosas lluvias que han caído en los últimos meses. En una mitad de la región hay embalses que se encuentran a rebosar y tirando agua, mientras que en la otra parece que no ha llovido, debido a la falta de infraestructuras para retener el líquido elemento, lo que obliga a la Junta a mantener restricciones al consumo, la industria y los regadíos.

Los embalses andaluces han cerrado el mes de enero con 4.440 hectómetros cúbicos (hm3), lo que significa que están al 37,11 % de su capacidad total de almacenamiento (11.966 hm³), tras registrar un aumento de 298 hm³ en la última semana, según datos de la Junta de Andalucía. Los recursos actuales son 1.843 hm³ que hace un año.

Esta mejora general de la situación hidrológica de Andalucía se fundamenta en el crecimiento de su principal demarcación hidrográfica, la cuenca del Guadalquivir, que ha cerrado enero superando los 3.000 hectómetros cúbicos, con 3.053 hm³ exactamente, situándose al 38,02 % de su capacidad total, tras subir 203 hm³ en una semana.

Se da la circunstancia de que cuatro pantanos de Sevilla y uno de Córdoba llevan más de una semana soltando agua al estar hasta los topes tras el paso de las últimas borrascas por Andalucía. Se trata de los embalses de El Agrio, Huesna, Gergal y Los Melonares —el de mayor capacidad de todos—, en la provincia de Sevilla, y el de Retortillo, en Córdoba, según ha confirmado la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

La situación es bien distinta en las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, que han perdido dos hectómetros cúbicos de agua en la última actualización y se encuentran al 29,23 % de su capacidad total con 337 hm³. No en vano, la Junta de Andalucía mantiene en su área de influencia las restricciones que acordó su comité de la sequía el pasado 5 de octubre, salvo para Málaga, donde las flexibilizó en diciembre.

Las restricciones también se mantienen en las cuencas Guadalete-Barbate (471 hm³, 28,53 %) y Tinto-Odiel-Piedras-Chanza (579 hm³, 51,93 %), pese a mejorar sus situaciones hidrológicas con 230 hm³ y 150 hm³ más que hace un año, respectivamente. La demarcación onubense ha subido 97 hm3 en la última actualización.

En el mapa se aprecia mejor aún las dos realidades de la sequía en Andalucía. Sevilla (74,35 %) tiene 542 hm³ más que la media de los últimos diez años en sus embalses tras almacenar 92 hm³ en una semana, y Huelva (52,09 %), 947 hm³ más respecto al promedio de la década y 76 hm³ más que en la última actualización; mientras que Almería (8,93 %) apenas embalsa 20 hm³, ninguno en la última semana.

Volumen embalsado en Andalucía por provincias

Volumen embalsado en Andalucía por provinciasEmbalses.net

Infraestructuras pendientes

La falta de infraestructuras hidráulicas condena a sufrir las restricciones de agua más severas a Almería y Granada, las provincias más orientales de Andalucía, así como a la comarca gaditana del Campo de Gibraltar, también situada en la demarcación hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, donde siguen en sequía extrema pese a las últimas lluvias.

No obstante, la principal reivindicación de la Junta de Andalucía al Gobierno de España en esta materia es la presa de Alcolea, una obra competencia del Estado que se encuentra paralizada desde el año 2017, aún con Mariano Rajoy en la Moncloa, y que podría almacenar más de 274 hectómetros cúbicos si estuviera en marcha, garantizando así el abastecimiento para el consumo y los regadíos de toda la provincia de Huelva.

Almería es la provincia más seca de España, pero también la mejor preparada para combatir la sequía, ya que es la que dispone de más plantas de desalación de agua en Andalucía. De hecho, junto con Málaga, acapara la práctica totalidad de las desaladoras andaluzas, como las de Carboneras o el Campo de Dalías (El Ejido), ambas gestionadas por la empresa pública Acuamed y que producen unos 40 y 30 hectómetros cúbicos anuales, respectivamente.

Y hablando de infraestructuras, en su último Consejo, el Gobierno andaluz tomó conocimiento de la finalización de las obras de la agrupación de vertidos y estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Guadahortuna, en Granada, con una inversión superior a los 2,53 millones de euros y una población beneficiada de 2.699 habitantes.

Se trata de una actuación declarada de interés general de la comunidad en 2010, aunque sus antecedentes se remontan a marzo de 2007, año en el que la Agencia Andaluza del Agua encargó la redacción del proyecto.

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