La inspiración de la empresaria jerezana es hacer lo que más le gusta

La inspiración de la empresaria jerezana es hacer lo que más le gustaFedra Group

Cádiz

Ainhoa Rosado, empresaria revelación por Forbes: «Crear un buen equipo es el gran reto de los negocios»

El marketing y la comunicación en el sector de la moda han conseguido llevar a la experta hasta lo más alto

La empresaria siempre persiguió el sueño de seguir su voz interior. Esa que le decía que tenía algo especial dentro de sí que le daría el poder de ayudar a otros emprendedores a alcanzar el éxito con sus proyectos.

En todo momento en su camino estuvo presente la unión de la moda con otra de sus grandes pasiones, la comunicación. Periodista de profesión, fue formándose en marketing para ampliar fronteras y posicionarse como referente en el sector. Tango fue así, que en 2022 fue nombrada la «empresaria revelación» del marketing 360º en la moda de España por Forbes.

No ha sido el único reconocimiento que Rosado ha recibido. Sin embargo, para ella, trabajar en lo que le hace vibrar cada día es el mayor de sus galardones. Conversamos con Ainhoa Rosado para que nos cuente cómo se ha desarrollado su inspiradora historia laboral a lo largo de los años.

— ¿Cómo definirías Fedra Group?

— Fedra es un proyecto en el que se ha creado un universo donde intentamos ayudar a personas en el mundo de la moda a que sus negocios sean rentables. Que no tengan un pasatiempos o un sueño, sino que también sea un negocio. Siempre con mi sello, con mi manera de entender visualmente o estéticamente el mundo de la moda y la comunicación. El objetivo principal es ese.

Durante toda mi vida, he conocido a tantas empresas del mundo de la moda que llegaban a pedirme ayuda y se iban igual, que siempre he tenido esa espinita. Yo tengo esas habilidades y puedo ayudar a esas personas. Al final, encontré la forma. No como la típica agencia, sino también con los distintos tipos de formaciones y con la capacidad de poder ayudar a todo tipo de empresarios según en el momento en el que se encuentre. Pero que no se vaya sin esa ayuda.

— ¿Cómo decides dar el paso de emprender tu propio negocio?

— Realmente, mi primer proyecto fue en 2013. Y nunca me hubiera imaginado que yo iba a emprender. Yo no era esa persona que tenía un espíritu emprendedor, y fue quizás por necesidad o por inquietud de querer hacer lo que me gustaba. Veía que aquí en Cádiz era imposible, y en ese momento no me planteaba irme fuera. Fue conocer a una chica, que me dio esa seguridad, lo que me hizo dar el paso.

Siempre digo que mi primera socia fue como tapar ese síndrome del impostor que me hacía pensar que yo no era capaz. Ella venía de hacer un máster en Madrid y entonces yo la veía como que tenía esa parte que yo no tenía. Cubría esas carencias que sentía que tenía yo. Y se lo propuse. La conocí en un desfile y la llamé. Le dije: «¿Montamos un negocio?». Mi marido me decía: «Tú estás loca, no la conoces de nada». Pero creo que sin ese paso que di de apoyarme en alguien, no lo hubiera hecho sola nunca. A lo mejor con los años, pero en ese momento seguro que no. Me veía incapaz totalmente.

Ainhoa sentía que tenía algo especial

Ainhoa sentía que tenía algo especialFedra Group

— Y viéndote a día de hoy, ¿pensabas que ibas a llegar tan lejos con tu iniciativa?

— Objetivamente te diría no, porque tenemos muchas inseguridades y muchas creencias limitantes. El techo de cristal que nos ponemos nada más por ser de Cádiz, ya es una gran traba. Por ser mujer, por ser tan joven en ese momento… Todo lo veía como una puerta cerrada, pero es cierto que había algo dentro de mí que me decía que yo tenía algo que dar. Tenía como esa llama de decir: «Yo tengo algo que hacer especial o diferente a lo que hace el resto».

He pasado por muchos trabajos a lo largo de estos años, porque el proyecto en más de 10 años ha tenido muchos altos y bajos. Y cada vez que trabajaba en otra empresa, sentía que no. Confiaba en que yo tenía algo por dentro que me decía que tenía que seguir por este camino, siempre uniendo moda, marketing y comunicación. Eso lo he tenido siempre en la mente. No sabía cómo materializarlo, pero así, sobre la marcha, es cuando le he ido encontrando la forma.

— ¿Has pensado alguna vez parar y dejarlo todo?

— Sí, fue realmente lo que hice en 2019 cuando tuve a mi primer hijo. Me di cuenta que era incompatible el ritmo de vida que llevaba en ese momento trabajando muchas horas y ganando muy poco dinero. Era incompatible con una vida familiar, con un hijo. Entonces dije: «Eso no puede ser». Ahí empecé a trabajar en otra empresa y estuve un año compaginando las dos cosas. Me di como un año de margen a ver qué hacía y, justo cuando en esa empresa me dijeron que me hacen indefinida, fue cuando pensé que no era lo que quería.

Estaba saliendo todo como esperaba todo el mundo. Ya tenía un contrato indefinido, tenía un hijo y pensaba tener otro niño. Era como: «Quédate tranquila y déjate ya de pajaritos». Y ahí sí que, para mí, fue muy importante el apoyo de mi pareja y el de mis padres. Les dije que yo no me veía ahí y que sentía que tenía que seguir haciendo lo que estaba haciendo, pero sola. Y rompí como con todo. En ese momento cerré la empresa con mis socios y dejé el trabajo. Empecé esta nueva etapa como me conocéis ahora, con Fedra, sola y haciendo lo que a mí me apetecía y sin otra persona. Ya había llegado un punto en el que queríamos cosas diferentes, pero yo sabía que mi camino estaba por ahí.

En España te venden el emprendimiento como supervivenciaAinhoa RosadoFundadora de Fedra Group

— ¿Piensas que España está preparada para albergar y apoyar a personas con ilusiones empresariales?

— No, para mí cero. Yo en eso soy muy negativa, la verdad. Tengo compañeros que viven en Latinoamérica, en Andorra, o en Portugal, que tienen otras oportunidades. Ese espíritu emprendedor yo lo viví en Estados Unidos. Existe ese sueño americano de que puedes cumplir tu sueño en Estados Unidos y Latinoamérica, y en países como México, que están muy fuertes. Pero es cierto que aquí en España te venden el emprendimiento como supervivencia, como: «Date de alta autónomo y sobrevive». Y eso no es. No te explican cómo montar una empresa, no hay nada. Aquí tenemos algunas instituciones que te ayudan a darte autónomo, pero cuando la cosa se pone seria no hay nadie que te ayude en eso.

En las universidades no se habla. Yo no sabía que era ser freelance. Que yo no supiera que tenía la opción de ofrecer ese servicio, es alucinante. Cuando hay freelances en mi agencia que cobran más que yo porque tienen otra manera de trabajar. Tiene sus cosas buenas y cosas malas, tampoco es que fuera eso la panacea, pero es una salida laboral que no te la cuentan. Aquí apostamos más por el funcionariado, por un trabajo seguro y eso no nos abre el mundo. En España es muy difícil construir una empresa muy fuerte. Es muy complicado llegar a tener ese tipo de negocio aquí en España. Yo veo a compañeros que están en Andorra, que están en Latinoamérica o en Estados Unidos, haciendo lo mismo que yo, que van tres o cuatro veces por delante. A nivel de crédito para apalancarse, para crecer a nivel fiscal, evidentemente no tienen el peso que tenemos nosotros. Crecen mucho más rápido, aquí es mucho más complicado.

— Tu proyecto no para de crecer y expandirse. ¿Qué te inspira para seguir invirtiendo en tu empresa?

— He seguido creciendo en la formación y mi inspiración es querer hacer lo que me gusta. Levantarme cada día y hacer lo que quiero, para mí, eso no tiene precio. No me compensaría por una estabilidad. Yo siempre digo que no podría ser funcionaria. Si hubiera una posición donde yo hiciera lo que hago ahora, quizás me lo plantearía, pero ver que al levantarte haces lo que te gusta y tener libertad creativa, no tiene precio. El hecho de que yo diseñe un nuevo producto y que lo pueda lanzar sin que haya nadie que me tenga que aprobar lo que yo tenga que hacer, me da mucha adrenalina. Es lo que me motiva cada día.

Y en cuanto a nivel de cómo he ido creciendo, he pasado por muchos mentores. Todos mis mentores están fuera, en Estados Unidos o en Latinoamérica, porque van un paso por delante a nivel de marketing y a nivel de todo lo que se está haciendo. Intentar mentorizarte de los que van por delante de nosotros siempre te da un puntito de ventaja aquí en España. Ahí es donde puse yo todo mi foco en esta segunda etapa como empresaria. Pensé que tenía que formarme con personas que estuvieran haciendo lo que yo quería hacer y ese ha sido el punto de inflexión para empezar a crecer tan rápido.

— ¿Cómo te sentiste al ser nombrada «empresaria revelación» del marketing 360º en la moda de España por Forbes?

— Yo creo que emocionada. Lloré mucho porque me hicieron la entrevista previamente y no me esperaba ser titular. Hasta que no lo publicaron, no lo sabía. Estaba dando una clase online y mi equipo me dijo: «¡Ainhoa, tienes que ver esto!». Lo paramos todo y cuando leí el titular me impactó mucho porque era algo que yo siempre había querido proyectar, lo que yo había querido ser. Que Forbes te ponga ese titular después de entrevistarte, la verdad es que fue un subidón.

Siempre digo que fue una pastilla efervescente. Es el momento en el que te llaman los medios. Yo recuerdo que fue en unas navidades, iba por Jerez y me paraba la gente hablándome de mi aparición en Forbes. Y todavía me pasa hasta en el colegio de los niños. Hace poco me hicieron una entrevista aquí en una empresa local y recordaron lo de Forbes, y en el cole era como: «¡Otras, enhorabuena!». Es como muy llamativo, pero es una pastilla efervescente. Luego todo vuelve a la normalidad y tienes que seguir trabajando como cualquier día. Pero es cierto que ese tipo de conocimiento te ayuda a subir un escaloncito más.

— ¿A qué retos actuales se enfrenta Fedra Group?

— He cumplido sueños que tenía: tener un equipo, tener una oficina grande, tener un pequeño estudio… He ido cumpliendo cosas y ahora hay que estabilizar todo. Se crece muy rápido, que casi no nos hemos dado cuenta, y el equipo es un gran reto. Yo creo que no se habla mucho de eso, pero es muy complicado encontrar equipo. Han pasado personas que van y vienen por aquí. Sí que tengo mi equipo desde el principio, pero el querer crecer en equipo supone que entre mucha gente y que se vayan. Me cuesta mucho trabajo encontrar a personas con actitud que vengan con ganas de aprender, con ganas de crecer. Yo siempre digo que yo estudié periodismo, marketing digital lo llevo estudiando desde hace cinco años. En cinco años yo he conseguido esto, estudiando marketing digital con mentores sin ir a ninguna universidad. No creo que sea una persona muy especial ni soy de altas capacidades. Soy una persona normal, que he sacado buenas notas y buena estudiante. Es actitud y ganas, ganas de comerte el mundo. Y a mí eso me falta en la búsqueda de trabajadores. La gente joven viene presentando que tiene una carrera universitaria y te exigen un sueldo, pero no tienen experiencia. No vienen con ganas.

Incluso todos mis cursos, todas las formaciones que yo he hecho, las pongo a disposición de mi equipo y les invito a que lo hagan. Siempre digo que quiero a mi lado gente mejor que yo, que me sume. Y eso aquí, sobre todo en Cádiz, es muy complicado. Me da pena decirlo, pero en Cádiz cuesta mucho trabajo encontrar a gente porque normalmente el que le destaca un poquito se va y eso es algo por lo que yo he luchado desde mi anterior empresa. Retener aquí el talento es algo que yo siempre he querido porque lo he sentido cuando era joven. Decía: «Si quiero dedicarme al marketing de moda, me tengo que ir». Y, para mí, tener gente en Fedra que pueda dedicarse a lo que nos apasiona, es un orgullo. Conseguir que esa persona no sienta lo que sentí yo, sino que se pueda quedar aquí, dar esa oportunidad, siempre es algo por lo que yo he luchado. Pero por ejemplo, el director de marketing de Fedra lo hemos tenido que sacar fuera. Es la única persona que tenemos fija del equipo que está fuera. Tuvimos que tomar decisiones de ese tipo para el nivel que necesitábamos. De la búsqueda de talento se habla poco, pero yo creo que es el gran reto de los negocios cuando quieren seguir creciendo.

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